“Saber leer, escribir y mucha imaginación”. De acuerdo con Andrea Oliva, egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC-UNAM) y directora de cinco cortometrajes, entre ellos La música silenciada, disponible en Vimeo y ganador del premio a Mejor Documental mexicano en el 9º Festival internacional de Cine de Monterrey (2013), eso es todo lo que se requiere para ingresar al diplomado en línea “Guion cinematográfico de cortometraje”.
La oferta educativa, que forma parte de un amplio catálogo ideado por el Centro Iberoamericano de Estudios de Foto y Cine (CIBEF), con una sede en Mérida, iniciará el 20 de abril. Se divide en cinco módulos, con duración de un mes cada uno, y tendrá sesiones virtuales los martes y jueves de 17:00 a 19:00 horas (tiempo del centro de México). Actualmente, ofrece un 25% de descuento en el costo total e inscripción gratuita. El programa y los precios pueden consultarse en www.cibef.mx. Al teléfono 2291073233 y en Instagram (cibef.merida) puede tramitarse el ingreso al diplomado.
“El diplomado se aboca a formar, desde cero, a los creadores que deseen realizar su guion cinematográfico, el primer paso para concretar una película”, explica a POR ESTO! Andrea Oliva, quien será una de las expertas que asesorarán al alumnado desde el planteamiento de la trama hasta la planeación de financiamiento para filmar el cortometraje.
Los primeros dos módulos del diplomado se enfocarán en el desarrollo de la idea como tal, desde la selección del tema hasta el diseño de los personajes. El tercero se centrará en la escritura según el formato profesional cinematográfico. El cuarto permitirá someter este guion a retroalimentación constante de varios profesores, directores y productores, que asesorarán más allá del contenido. Tratarán temas sobre la viabilidad en la recepción de público e incluso en orientación financiera. El último módulo tratará sobre el posicionamiento para obtener recursos y poder filmarlo.
“Es un momento en que el cortometraje está en auge, no sólo a nivel nacional, sino mundial” piensa Andrea. Expone que “una de sus maravillas es que el formato permite una libertad que no existe en los largometrajes, que dependen de muchísimas manos e intereses como para poder tomar ciertas licencias creativas que sí son posibles en el cortometraje. Así, el formato breve, creo, es el panorama idóneo para arrancar una carrera cinematográfica”.
¿Escribir un guion es parecido a escribir literatura? “El guion, definitivamente, no es literatura”, expone la documentalista. “Partimos de ella porque la palabra escrita tiene bastante tiempo con las sociedades. El guion tiene una base en el lenguaje, pero principalmente está diseñado para convertirse en sonido e imágenes. Tiene un idioma propio. La manera en que uno piensa un guion cinematográfico es diferente a como se piensa la literatura. Ésta, por ejemplo, puede ser escrita en distintos tiempos verbales; el guion cinematográfico, solo en presente”.
Y bien, ¿es el cine, en general, una forma de arte? Oliva contesta: “esa es de las cosas más polémicas que se han preguntado desde qué el cine dio sus primeros pasos. Al inicio, se creyó que iba a ser solamente una diversión de feria, pues ahí se presentaron las primeras proyecciones; pero adquirió sus propios atributos. Por el hecho de que el cine ha retomado la representación de los conflictos humanos suponemos que puede ser un arte; es el soporte lo que nos hace dudar si lo es o no. Y es que el soporte sigue siendo extremadamente joven. No dudamos sobre si la pintura, la música o la danza son arte porque han estado con nosotros desde el inicio de los tiempos, así como la necesidad de contar historias. Desde antes de la palabra escrita, transmitimos relatos. Todos los seres humanos queremos saber de otros seres humanos e identificarnos en otros individuos, aunque sean metafóricos o ficcionales. Por la constante de colocarnos, como seres humanos, más allá de nuestra propia mortalidad, hemos logrado que otros medios para expresarnos se conviertan en arte. Si el cine logra eso lo sabremos siglos más tarde; si ese soporte sobrevivió para poder ser considerado como arte”.
SY