Juan Diego Casanova Medina
Con 40 años de vida dedicados a la enseñanza del tenis, parece sencillo, pero representa una vida de entrega, de esfuerzos, que produce enormes satisfacciones. Entre estas, la más importante: ver realizada a la persona en su camino al éxito deportivo y académico terminando una carrera universitaria a través de una beca mediante el desarrollo de esta disciplina.
La Academia Patricio´s Raquet en Chuburná Hidalgo, está cumpliendo en este mes de octubre, 40 años dedicados a descubrir talentos en el llamado “deporte blanco”.
Patricio Espinosa Avila, su director, con base a su experiencia como jugador y luego en su etapa como instructor, es un extraordinario analista para buscar la realidad de los jugadores: sus fortalezas, sus debilidades.
Esas cualidades lo han convertido en un magnífico coach para no apasionarse, sino de una manera objetiva, acompañar, dirigir, estimular y aceptar, que es lo más difícil, el desempeño de cada jugador.
“Cada jugador tiene una respuesta diferente al tenis, pero a todos han venido padres de familia después de muchos años a decirnos: mi hija me logró sacar de un problema muy grande gracias al tenis que se le desarrolló en el deporte”, afirmó la señora Ana Teresa Ongay de Espinosa, esposa de Patricio, y campeona Estatal, presente durante la charla que se efectuó en las oficinas de la Academia.
Entre el grupo de talentos que se formaron en la Academia, mencionó a Augusto Lugo, Evert Dzib, Ramiro Pérez, José Antonio Lores, entre otros, a los que acompañaron en una lucha personal que traen muy fuertes, donde su principal regalo o logro es la autodisciplina.
En esa lucha por mejorar, Patricio Espinosa recordó que han tenido jugadoras infantiles de 12 años millonarias y a pesar de su holgada situación económica, asistían a practicar a las 3 de la tarde con un sol de 45 grados, a la par con los demás tenistas.
Sin embargo, al paso de los años, añadió, el dinero del papá se esfuma pero ellas se acostumbraron a la lucha y a ese vencimiento personal de todos los días y ahora que no tienen dinero, son personas luchadoras.
Son 40 años de mucha lucha, no sólo del niño, del joven, sino de los padres, por aceptar la realidad, comentó su esposa, que conversa mucho con las madres de los jugadores y les dice que no lo más importante es un trofeo; lo más importante es ese vencimiento, ese dominio, esa capacidad que logra tener en su hijo para ser fuerte, de ser justo y que sean justos, de esforzarse, de no tirar un partido, “es algo muy bonito”.
Patricio Espinosa es un enamorado del tenis en sus dos facetas. Señaló que siempre le gustó jugar tenis, béisbol, fútbol, pero también le gusta enseñar. Esta última actividad, refiere, la desarrolla a través de la fijación, de ser objetivo y descubrir un método para que sus alumnos ganen y prosperen.
“Eso hace que yo realmente me realice. Ahora a mis 68 años, ya no puedo jugar torneos pero sí puedo enseñar, sí puedo transmitirle a los muchachos todo lo que yo he aprendido en 65 años invertidos en eso y cuando termino de trabajar, me siento satisfecho, me siento realizado”, aseguró.
Legado de 5 generaciones
Los logros obtenidos en estos 40 años, destacó, han sido la suma de gente colaboradora y amante del tenis como: Jorge Robleda Moguel, Arturo Millet, varios presidentes de la Asociación Yucateca de Tenis, los padres de familia, los que formando un equipo, lograron hacerse fuertes, competitivos y colaboradores.
Los resultados no han quedado en alumnos y maestros. La familia Espinosa Ongay ha decidido continuar este legado, el que a continuación nos comparte.
Patricio Espinosa Ongay.- Con 6 canchas de tenis y 4 de padel, dirige su Academia “Patricio Espinosa Tenis and Padel”, queriendo superar lo vivido en toda su experiencia estatal, nacional e internacional.
Valentina Espinosa.- Psicóloga deportiva, quien sumando todo lo vivido y aprendido, coopera con el tenis en Veracruz. Su hijo Diego Vega Espinosa, máximo orgullo, quien a los 13 años de edad ha conseguido varios campeonatos estatales, regionales y nacionales. Tiene la experiencia de haber jugado en países como Croacia, Italia, España, Estados Unidos, Canadá, México, Colombia y Panamá.
Marina Espinosa.- Nutrióloga y corredora, se ha especializado en el tenis formativo, recreativo y mini-tenis en el Patricio´s Raquet en Chuburná. Sus conocimientos profesionales ayudan a los tenistas a dar importancia a la alimentación, condición física y necesidad de una fuerza integral.
Andrea Espinosa, quien con su experiencia en torneos como la Copa Yucatán, Universiadas y muchos otros torneos desde los 8 años, es actualmente la coach, junto con su padre y hermano de la Universidad Marista.
Sólidas raíces
La historia de la familia se remonta al año de 1923 con su abuelo Eduardo Espinosa Bolio, quien fue jugador de tenis en el Country Club. La tradición continúa con su padre Humberto Espinosa García, pero a diferencia de sus tíos, Carlos, Luis Jorge y Rafael, a su progenitor le gustó practicar este deporte. La cancha número uno de la Academia “Patricio´s Raquet” lleva su nombre.
Patricio Espinosa Avila fue campeón en varios torneos estatales y regionales durante su infancia y juventud en las modalidades de singles y dobles, logrando la experiencia de partidos extraordinarios jugados con parejas como Gonzalo Castaldi, Jorge Goff, Augusto Lugo y Eloy Santillán.
Haciendo un repaso de su trayectoria, Patricio Espinosa recordó que en 1977 decide prepararse para ser maestro de tenis, consiguiendo una beca en esta especialidad en la Universidad de Central College, en Pella, Iowa, jugando como número uno del equipo universitario.
Su desempeño lo lleva a poder recomendar y canalizar a sus tres primeros universitarios: Augusto Lugo, Pedro Góngora y Ricardo Goff, quienes después de cuatro años de estudio y tenis, consiguieron sus títulos universitarios.
Ya teniendo una experiencia de primer mundo en dicha Universidad, añadió, decide en 1979 abrir una Academia de tenis, la que actualmente funciona en Chuburná.
El camino a seguir era claro para Patricio: pasar de un tenis formativo-recreativo a lograr campeones estatales, regionales y nacionales, culminando en conseguir becas universitarias.
Estar preparado para estas metas, no era fácil. Su continua preparación y lo ya vivido años atrás, le permitió implementar una filosofía, metodología y logística adecuada.
Entre su recorrido por las principales Academias en los Estados Unidos mencionó la de Harry Hoffman y Gary Keysell, así como ha tomado cursos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) que le ha conferido el título de ser capacitador de maestros de tenis.
Asistió a cursos internacionales que impartió Richard Shombord, en donde aportó la idea de hacer una modificación al tenis infantil, ya que la experiencia de aprender en la cancha chica en la colonia México donde vivía, le daba argumentos que la cancha grande no es buena para los niños pequeños.
Frutos de la Academia
El primer fruto fue abrir el Tenis a toda la población yucateca ya que antes sólo había dos clubes en donde se jugaba: el Club Campestre y el Club Bancarios.
De la Academia surgieron jugadores como Augusto Lugo, Pedro Góngora, Ricardo Goff, Iván Cobos, Jorge Esteban, Eduardo Díaz, Fernando Vargas y muchos varones más y en damas destacaron Katy Esteban, Rosana Esquivel, Claudia Ríos, Eugenia Díaz, entre otras.
La respuesta fue positiva y vivieron una gran época del tenis yucateco con: Patricio Espinosa Ongay, Pablo Espinosa, Lorena Trujillo, Vanesa Terrats, Marina Espinosa, Ada Abraham, Sofía Aguiñaga, Ana María González, Carmina Mañe, Ana Gaby Joaquín
Se cumplió la primera parte del objetivo que consistió en conseguir campeones estatales, regionales y nacionales y el siguiente paso fue motivar a los jugadores en ser buenos estudiantes y excelentes tenistas para conseguir sus becas universitarias.
Algunos de esos jugadores son:
Patricio Espinosa Ongya, después de ser becado en la Universidad de Texas Tech, culmina su sueño representando a México por la Universidad Anáhuac en la Universiada Mundial en Beijing, China.
Andrea Espinosa destaca representando a la Universidad Marista obteniendo varias medallas universitarias.
Everth Dzib se graduó en la Universidad de South Florida.
Ramiro Pérez, de la Universidad Marista.
Nigel Jiménez, en el Tecnológico de Monterrey.
Lorena Trujillo, en la Universidad Anáhuac.
Valentina Espinosa, en la Universidad Anáhuac.
Jacobo Hernández, en Tulane, University
Sebastián Salinas, en Jamie Madison, University.
Iván Cobos, en Unversity of Loussiana.
Fernando Gallegos, en Utah State, University.
Ana Gaby Joaquín, en la Universidad Iberoamericana.
José Antonio Lores, en la Universidad Marista.
Al frente de los Maristas
El apoyo de la Universidad Marista llevó al equipo a jugar torneos de la Conadei y Conadeip, éste último de universidades particulares, teniendo la experiencia en 2018 de traer este torneo a las canchas del Club Campestre.
En la Conadei y Conadeip se consiguieron medallas en singles y dobles, de Andrea Espinosa, Ramiro Pérez, Evert Dzib y José Antonio Lores y Marisol Aguilar.
La Academia “Patricio´s Raquet” está cumpliendo 40 años, colaborando y formando a niños, jóvenes, señores y señoras del Club Avante, el cual ha sido semillero para futuras generaciones y un ejemplo de organización, continuidad y ambiente de amistad y convivencia por mucho tiempo.
Pero también representa un orgullo para la Academia, compartir que muchos de sus aprendices que empezaron como “ataja-pelotas” son unos grandes maestros en clubes importantes. Entre ellos, mencionaron a Carlos y “Lupe” Duperón, del Yucatán Country Club; Antonio y Ramiro Uxul, del Club Libanés; “Beto” y Ernesto Canul, de “Crédito Real”; Luis y Víctor Mukul, del Patricio´s (tenis/padel); Javier Mukul, del Club “La Ceiba” y José Canul, de Patricio´s Raquet.
Descubrir tu talento, prepararte, y trabajar con responsabilidad y constancia, es hoy la recompensa de 40 años maravillosos del tenis en la vida de Patricio dejando un legado de cinco generaciones amantes del “deporte blanco”: el tenis.