Juan Diego Casanova Medina
Morir con el mismo line-up como sucedió en la postemporada con los Leones de Yucatán, es válido, pero no intentar hacer algo diferente, resulta increíble, imperdonable. Las decisiones en el movimiento del pitcheo melenudo derivaron en las consecuencias que representó regresar de Monclova con las manos vacías, aunque es justo reconocer la sensacional temporada de las fieras, con un cierre extraordinario, llegaron hasta donde se lo propusieron.
Dicen por ahí que el que no arriesga no gana…y bien pudo aplicar esta sentencia el mánager Gerónimo Gil, quien prefirió guardarse junto con la historia, la oportunidad de convertirse en el manager campeón en su debut en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB). Ni hablar, pagó el precio de su noviciado.
Si bien apuntamos que los movimientos en el pitcheo de los Leones, unos anticipados y otros tardíos, marcaron la diferencia entre alcanzar la gloria y sufrir el infierno de la derrota, el factor sorpresa pudo convertirse en el feroz aliado del piloto melenudo que pudo cambiar la historia de los dos últimos juegos de la Serie del Rey en el “Coloso del Norte”.
Recordemos que en el juego seis, el que necesitaba ganar el conjunto selvático para levantar la Copa Zaachila, con el electrónico empatado 2X2, el cubano Yoanner Negrín lanzó hasta la sexta entrada con una labor de 2 carreras, 5 jits, 3 bases por bolas con 6 ponches. Manny Parra lo relevó en el séptimo episodio y “todo se derrumbó” como dice la canción.
Gil lo dejó continuar pese a recibir el imparable de Eric Aybar y le aplicó la “grúa” después del bombazo de tres carreras del dominicano Francisco “Peggy Time” Peguero, que selló el triunfo de Acereros que emparejó la Serie del Rey 3-3 y forzó un séptimo y decisivo juego.
Demasiado tarde y costoso resultó el cambio de lanzador.
Ahí estaban en el bullpen el motuleño Carlos Pech y Jonás Garibay, dos diestros que estaban disponibles para entrar en acción y causar desconcierto a la ofensiva del equipo norteño.
Y dirá usted, con justa razón, amable lector, que ambos lanzadores están noveles para trabajar en juegos de este calibre, pero el factor sorpresa es lo que se requería para desestabilizar a los bateadores.
En este espacio le informamos que “scouts” de avanzada de los Acereros de Monclova, no dejaron ningún resquicio con la información recabada para dañar el pitcheo melenudo y nulificar la ofensiva de los reyes de la selva.
Por lo tanto, no buscar otras alternativas y mantenerse en la misma postura, le facilitó el trabajo al equipo norteño.
Quedaba la última oportunidad para alcanzar la quinta estrella en la historia de la franquicia yucateca en el juego definitorio, el que marcaba el final del camino de la temporada y aclamaba al nuevo campeón de la LMB.
El hermosillense José Samayoa lanzó pelota de dos jits hasta la cuarta entrada dejando el juego empatado a 2 carreras. La base por bolas a Eric Young, último bateador en la alineación de los Acereros, marcó su salida del juego.
A sabiendas que al zurdo Miguel Peña lo surtieron en el juego 3, Gerónimo Gil insistió en traerlo para enfrentar al también bateador siniestro, Noah Perio y las consecuencias no se hicieron esperar.
Perio le dio la bienvenida con imparable al izquierdo y después Eric Aybar le dio brutal sacudida con panorámico jonrón por el mismo sector que empató el juego a 5 carreras. Y otra vez la burra al trigo, al recurrir a Manny Parra, quien admitió doble productor de Aybar que remolcó la carrera del despegue en el sexto episodio.
Dicen los expertos en coaching deportivo que si lo que realizas no produce los resultados deseados, proponen efectuar cambios. Y el cuerpo técnico de los Leones siguió con su postura de mantener a los mismos elementos que no estaban generando la producción ofensiva y defensiva requerida y en el pecado llevaron la penitencia.
¿Y el norteamericano Dustin Crenshasw? Bien, gracias. ¿Por qué no lanzó en el juego siete? Esa y todas las dudas habidas y por haber en la Serie del Rey se despejarán este lunes cuando los Leones de Yucatán presenten un balance de su actuación en la Temporada 2019.
En ruta al campeonato, siempre
Dos beisbolistas yucatecos que jugaron con los Leones, cada uno en sus respectivas etapas, Géner Rivero Ancona, el “Príncipe” de Temax y el tixkokobense Enrique Couoh Hidalgo, coach de bullpen de los Toros de Tijuana, coincidieron en que la novena melenuda tuvo una excelente Temporada 2019.
El fino ex torpedero señaló que “desafortunadamente no se pudo rematar al final, le tocó a Acereros de Monclova quedar campeón, con su primera corona en su historia, y la verdad qué bueno para que la gente de allá también disfrute del sabor del triunfo de un campeonato de la Liga Mexicana”.
Consideró que Leones debe sostener el equipo que tiene ahora pero con los ajustes que la directiva considere para mejorar el Club y siempre se mantenga peleando por los campeonatos de la LMB.
Inicia otro ciclo exitoso
Para el ex lanzador Enrique Couoh, Leones de Yucatán no se quedó atrás en el tema de las contrataciones, ya que armaron un trabuco, al igual que Monclova, Tijuana y Monterrey, los cuatro equipos más fuertes de la LMB.
“Yo creo que estando compitiendo, se quedaron a un detalle de quedar campeones, esto es parte del béisbol, y yo creo que la directiva ha hecho un gran trabajo”, afirmó.
Con relación a un enfrentamiento de los Toros de Tijuana en la próxima Serie del Rey contra los Leones, señaló lo que para él representa un ciclo que se puede repetir, ya que primero el conjunto astado fue campeón, después lo hizo Yucatán, siguió Monterrey y ahora Monclova.
“Yo creo que nos toca otra vez y una buena final sería Tijuana contra Yucatán”, concluyó.