Por Ángel Abraham Ramón González
CHETUMAL, 17 de noviembre.- Esta semana se llevó a cabo el Circuito Mundial de Voleibol de Playa Chetumal 2019, situación que resaltó el estado de abandono en el que se encuentra la Unidad Deportiva Bicentenario de la Cojudeq, a cargo de su titular Antonio López Pinzón, en la capital.
Este evento de talla internacional significó una millonaria inversión con dinero del estado de Quintana Roo, para una duración de 5 días, del 13 al 17 de noviembre, mientras que la Unidad Deportiva Bicentenario, ubicado a espaldas de las oficinas de la Cojudeq, no ha tenido una rehabilitación profunda en la gestión de Antonio López Pinzón, a cargo de la dependencia deportiva por un lapso de ya más de 2 años.
Realizando un recorrido por la pista de tartán de la unidad se puede ver el lamentable estado en el que se encuentra, a pesar de ser una de las pistas más utilizadas para el deporte del atletismo y la actividad física, con una afluencia diaria de más de 500 personas entre niños, jóvenes y adultos.
En la pista se pueden apreciar los huecos que se han generado por el constante uso y la falta de cuidados adecuados, pues el lugar no ha recibido mantenimiento en más de 2 años. Estos huecos están a lo largo de los 400 metros, en diferentes tamaños y profundidad, siendo un peligro para los deportistas.
Además, cerca del lugar se encuentra una fosa de donde se obtiene el agua para regar el campo de futbol; sin embargo, esta toma de agua no cuenta con las debidas reglas de seguridad, exhibiéndose sin tapa, con las orillas oxidados, de una profundidad de 50 centímetros, lo que podría provocar un accidente.
Por otro lado, los postes que cubren la unidad están completamente rotos, en algunas zonas han sido retiradas, protegiendo el lugar con alambres oxidados que fueron improvisados por el personal de mantenimiento de la Cojudeq, sin tomar en cuenta las repercusiones a la salud que esto podría tener en caso de un descuido por parte de algún usuario.
Otra situación preocupante es el descuido que se puede apreciar en el mantenimiento de las torres de iluminación, mismas que cuentan con el cableado eléctrico expuesto, siendo sin duda alguna el aspecto más peligroso del lugar, en algunas torres se nota el óxido que ha corrompido la instalación.
Muchas luminarias se han caído o han dejado de funcionar, otras han sido amarradas con alambres para evitar que luzca aún peor, mientras que los atletas tienen que sortear todo tipo de peligros al realizar sus actividades deportivas diarias.
La comunidad deportiva espera que estos desperfectos se arreglen pronto, antes de que suceda algún accidente que se pueda lamentar y que la responsabilidad recaiga directamente en la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintanan Roo, a cargo de Antonio López Pinzón.