Deportes

Gabriel Zapata Bello

En todos los deportes suceden sorpresas e imprevistos pero si hay uno en el que no puede anticiparse el resultado ese es el béisbol, ya que hasta que no se decrete el último out de los veintisiete y que exista ventaja de una de las novenas contendientes, no puede cerrarse la historia de esa jornada.

El domingo 21 de abril de 1935 se jugaba un partido de la liga semiprofesional de primera fuerza en el campo ubicado en los terrenos del Cuartel Federal de Dragones (59 x 50 en Mejorada) entre las novenas “Octavio Aguilar” y “Cabalàn Macari” y al llegar a la cuarta entrada el encuentro iba empatado 2 a 2 y así se prolongó hasta 21 innings. Fue un señor duelo de picheo entre Gonzalo Dzol Peraza por el Octavio y Alfonso Asustado Carrillo por el Cabalán, quienes cubrieron toda la ruta. En repetidas ocasiones las novenas pusieron corredores en posición de anotar, pero certeras jugadas de los contrarios cerraban el plato casi siempre, hasta que cayó la carrera del desempate en el vigésimo primer episodio, en la salida del Cabalán; el pitcher triunfador fue el Dzol Peraza. 1

Este juego, registrado como el más largo en la historia de béisbol local, tuvo una duración de 4 horas, de las once de la mañana a las tres de la tarde y fue propicio también para otra anécdota: ese día nació uno de los hijos del Dzol y cuando un amigo fue hasta el cuartel a decírselo, en el momento más difícil del duelo, le agradeció a su amigo y le comentó “yo también estoy pariendo”…2

En contrapartida, el juego más breve de la pelota local ocurrió en Motul el 22 de noviembre de 1947, en juego correspondiente a la Liga Peninsular. Se enfrentaban el local Motul y la novena de Campeche, como visitante; aunque el juego estuvo salpicado por trece errores, doce bases por bolas, once jits y la pizarra favoreció a Campeche, el encuentro sólo tuvo una duración de una hora con 35 minutos.3 Fue un insólito resultado ya que, a pesar de la gran cantidad de jugadas con aciertos y desaciertos de los contendientes, el partido fue el más rápido en duración que se haya jugado en nuestros terrenos.

En el béisbol actual, tanto de Grandes Ligas como de Liga Mexicana de Triple A, es una preocupación la duración no sólo de los encuentros, sino también de los episodios, así como de los tiempos entre lanzamientos y del tiempo que utilizan los bateadores en sus turnos para entrar, acomodarse y salir del cajón de bateo en cada picheada. Lo anterior se debe principalmente a los tiempos de transmisión que imponen la TV y la radio, que se ven afectados por la larga duración de los encuentros, así como por el hecho de que los aficionados tienden a impacientarse por la larga duración de las transmisiones de juegos el béisbol con promedios de entre 3 y hasta 4 horas.

Para entretener a los asistentes a los estadios, los clubes de béisbol han hecho del juego un show-business, con música, bailes de porristas, concursos de fanáticos, actuaciones de las botargas así como videos y tomas interactivas en las pantallas de los estadios, lo cual para algunos ha demeritado la esencia del rey de los deportes como espectáculo deportivo.

1 Deportes. El Mensajero de la Afición Peninsular, El juego más largo de béisbol habido en Yucatán, 27 de febrero de 1947, p. 12 Ramírez Aznar, Luis. La historia del béisbol en Yucatán, Tomo III, edición de Novedades de Yucatán, p. 77.3 Ibidem, p. 67.