Juan Diego Casanova Medina
El hambre de ganar que trae el mánager de los Leones de Yucatán, Luis Carlos Rivera, lo comparte con los jugadores que están participando en el mini campamento. Uno de ellos, el mochiteco Walter Ibarra Gámez, aseguró que “todos estamos en la mejor disposición de ayudarlo, de facilitarle el trabajo, somos un equipo que nos gusta luchar y creo que él va a estar cómodo aquí con nosotros”.
Antes de iniciar la práctica vespertina en el Parque Kukulcán Alamo, el ahora torpedero del conjunto melenudo, dijo que las fieras van a ir juego por juego, avanzar todo lo que se pueda y tratar de repetir lo que se hizo el año pasado.
De la lesión que lo aquejó en las últimas dos temporadas, indicó que se encuentra al ciento por ciento, sin sufrir ninguna dolencia física, ya que estuvo en su domicilio preparándose durante cinco meses para no jugar en invierno, a través de rutinas de crossfit, y gimnasio para recuperar la fortaleza en su rodilla.
Destacó que el equipo está muy unido y al igual que sus compañeros, está contento de estar de regreso a Mérida, además de ponerse a las órdenes del nuevo mánager porque el compromiso es jugar al ciento por ciento.
Durante toda su carrera profesional, precisó, siempre ha jugado “shorstop” y su movimiento a la segunda colchoneta se debió más que nada para tener menos movimiento, al no sentirse seguro por la molestia en su rodilla, pero ahora se encuentra recuperado, sin esa inquietud y “estoy muy contento de volver al campo y no sentir nada que pueda afectar mi rendimiento”.
Para el mochiteco regresar a cubrir el campo corto implica una mayor responsabilidad pero al mismo tiempo disfruta al máximo.
Le encanta esta ciudad y si por él fuera, se quedaría a vivir en Mérida, ya que vale la pena jugar con la afición que asiste al Estadio a apoyar a los Leones, y eso es algo que lo motiva a dar el extra.
Recuperación sólida
De todos los jugadores que salieron de una operación, el que tendrá un proceso de rehabilitación más prolongado es Art Charles, quien se está recuperando de una fisura profunda en el hueso de su pierna derecha, aunado a una ruptura de un tendoncito, por lo que requiere de un tiempo de consolidación más largo, afirmó Martín Noh Quintal, trainner de los Leones de Yucatán.
Aseguró que su proceso es conforme a evolución, ya que como su lesión es una parte profunda, no es tan fácil como ocurre cuando se produce en un músculo.
“Está evolucionando bastante bien; llegó con su programa de trabajo de Estados Unidos donde lo operaron y se le va a dar seguimiento, complementado con su técnica y táctica durante el juego”, destacó.
Por esa razón se encuentra entre algodones, ya que puede resultar contraproducente lleva a un jugador que estuvo inactivo a un proceso similar a los demás, sobre todo por la posición al bat a la hora de hacer los contactos, el peso que tiene, el “swing” que realiza, se va ajustando poco a poco.
Del venezolano Ronald Belisario, explicó, se le practicó una cirugía en su hombro, un “pinzamiento” y una ruptura de un tendoncito, por lo que el objetivo del mini campamento es que tire bullpen, lo que hará hoy por la tarde, que empiece a desarrollar los pitcheos como deben de ser, tirar “blanquitos”, para que cuando lleguen los demás compañeros en los juegos de exhibición, estén al ciento por ciento.
Del lanzador zurdo Manuel Chávez, señaló que el año pasado llegó por una operación de codo y quedó bien pero desafortunadamente, en un partido del segundo campeonato, en una jugada en la primera colchoneta, tuvo una ruptura de ligamento cruzado en la rodilla, se le operó y también eso lleva su proceso, por lo que igual está trabajando para que esté completamente sano.
Otro jugador que presenta una situación similar a la anterior, es el receptor Abraham López, quien igual tuvo una ruptura de ligamento en la rodilla jugando en las sucursales.
Destacó que los jugadores que están lesionados se les atienden con un trabajo específico después de la parte táctica en el campo, fuera de eso todos están bien.