BOSTON, E.U., 5 de febrero (AP).- Centenares de miles de fanáticos entusiasmados se concentraron en el centro de Boston el martes para el desfile de celebración del sexto título de Super Bowl de los Patriotas de Nueva Inglaterra, pidiendo más con gritos de “¡Queremos siete!” y “¡El próximo año, aquí mismo!”.
Un ambiente festivo permeaba la ciudad mientras fanáticos que lucían los colores del equipo atestaron las aceras para ver al mariscal Tom Brady, el entrenador Bill Belichick y el resto del equipo.
Es un sentimiento familiar en Boston. El desfile se produce apenas 4 meses después de que la ciudad homenajeó a los Medias Rojas por su cuarto cetro de la Serie Mundial de béisbol de Grandes Ligas en 15 años.
Apenas 2 días después de la victoria de 13-3 el domingo sobre Carneros de Los Angeles en el Super Bowl 53 en Atlanta, los jugadores, entrenadores y familiares abordaron los icónicos vehículos anfibios de la Segunda Guerra Mundial para un desfile de 3 kilómetros por la ciudad.
Brady cargó a su hija, Vivian, al saludar a la muchedumbre, al tiempo que los jugadores y el dueño Robert Kraft tomaban turnos alzando el Trofeo Lombardi. Belichick y Linda Holliday, su pareja, sonreían radiantes.
El estelar ala cerrada Rob Gronkowski celebró con sus hermanos y padres. “Gronk” y otros jugadores se sacaron sus camisetas y se pasaron casi toda la ruta con el pecho desnudo.
Las medidas de seguridad eran fuertes y el alcalde Marty Walsh advirtió a los fanáticos que no lanzasen nada. Latas de cerveza dañaron el trofeo de la Serie Mundial de los Medias Rojas el año pasado.
Peleas manchan la fiesta
A los aplausos de cientos de miles de fanáticos que acudieron al desfile, se les unió peleas entre los propios aficionados del equipo campeón. Un video que se volvió viral muestra como las cosas se salieron de control entre varios aficionados que, vestidos con los colores de Pats, comienzan a golpearse.
Patadas, golpes con del puño se pueden apreciar. Se reportó al menos una docena de detenidos.
¿El adiós de
Gronkowski?
Rob Gronkowski corrió por el campo, eludió a dos defensores y atrapó el balón para dejar servido en bandeja el touchdown de la ventaja definitiva para Nueva Inglaterra. Si esta fue la actuación de despedida del ala cerrada de Patriotas, resultó ser una con estilo.
¿Fue la mejor recepción de su carrera?
“Díganme ustedes”, comentó Gronkowski luego de la victoria en el Super Bowl el domingo. “Ahí está. Me gusta hacer grandes atrapadas como esa”.
Eso, por supuesto, es lo que ha hecho durante sus 9 años en la NFL.
Gronkowski, de 29 años, es 3 veces campeón del Super Bowl y ha sido uno de los jugadores más dominantes de su posición.
Pero su tiempo se acaba, y el momento exacto de eso ha sido una incógnita durante toda la temporada. Dolencias en la espalda, rodilla, tobillo y brazo lo han mantenido fuera del campo. Y, cuando jugó esta campaña, se vio como un fantasma de su versión All-Pro.
Se pudo ver a Gronkowski salir cojeando del Mercedes-Benz Stadium luego del partido por una lesión en el cuádriceps, producto de un golpe en el tercer cuarto.
“Sí, mi cuádriceps, duele mucho”, comentó. “Apenas puedo caminar en este momento”.
Sin embargo, tuvo mucha movilidad cuando más importó. Sus 2 recepciones más significativas fueron después del doloroso golpe. Terminó con 6 recepciones para 87 yardas, incluidas 2 en la única serie con touchdown de Nueva Inglaterra.
Pero, ¿por cuánto tiempo más?
El ala cerrada capea la cuestión del retiro cada vez que surge, pero su salario base de la próxima temporada es de 9 millones de dólares, una cantidad considerable para un jugador maduro cuya salud siempre será una preocupación.
Incluso si quiere seguir jugando, los Pats bien podrían decirle adiós en los próximos meses.
Y si ese es el caso, Gronkowski y Patriotas habrán terminado como ganadores. Como lo han hecho tantas veces.