JUPITER, EU, 8 de marzo (AP).- Al salir del clubhouse tras su primer juego de exhibición este año, el receptor de San Luis, el puertorriqueño Yadier Molina, recibió una felicitación con el puño del tercera base Matt Carpenter.
“Es bueno tenerte de vuelta”, dijo Carpenter, de una estrella a otra.
El viernes Molina se fue de 2-1 como bateador designado, en el primer juego para el veterano de 36 años desde la cirugía en la rodilla izquierda a mediados de diciembre. Es probable que Molina esté detrás del plato el sábado, para recibir los lanzamientos de Adam Wainwright contra Houston, casi una semana antes de la fecha original proyectada para que volviera al diamante.
“En realidad no puedo decirte cuán feliz estoy por estar de regreso con Waino”, señaló Molina.
Nueve veces elegido al Juego de Estrellas y nueve veces ganador del Guante de Oro, Molina dio sencillo hacia el izquierdo contra Patrick Corbin y anotó en una primera entrada de tres carreras para los Cardenales.
“Sólo demuestra una vez más que es un tipo especial”, opinó el manager de San Luis, Mike Shildt. “Entra, en el primer turno al bate se pone abajo 0-2 y lucha, lucha. Es impresionante ver a un tipo que toma un turno al bate con tanto profesionalismo, que puede trabajar en recuperar su ritmo mientras ocurre el turno al bate”.
Después Molina sacó una línea de out a primera base.
“Estaba nervioso sobre cómo iba a sentirme, pero es bueno sentir ese nerviosismo y todo se siente bien, todo se siente bien con mi cuerpo”, compartió Molina. “Estoy feliz de estar de vuelta y ser parte del equipo otra vez”.
El dominicano Marcel Ozuna reemplazó a Molina como bateador designado y se ponchó dos veces. Ozuna, sin hit en 14 turnos al bate en la pretemporada, tuvo una cirugía en el hombro derecho el 30 de octubre. Está programado para unirse el sábado a los jardineros en los ejercicios de lanzamiento y podría hacer su primera aparición en los jardines el lunes en el izquierdo.
“Creo que va a ayudar cuando entre en los partidos, porque ese flujo de juego le dará un poco más de ritmo”, consideró Shildt.