Primera de tres partes
Por Sergio Orozco
A sus 49 años cumplidos, Cancún cuenta con emblemáticos inmuebles deportivos, de los cuales, muchos de ellos han quedado en el olvido, al no ser modernizados o en su defecto darles poco mantenimiento, situación que dista mucho de la economía pujante con la que se ha dado a conocer este destino turístico, mismo que cuenta con tres equipos profesionales que han dejado de figura en los primeros planos; Tigres de Quintana Roo, Los Potros de Hierro de Atlante FC, y Pioneros de Quintana Roo, lo que deja entrever que el deporte no es una de las prioridades del actual gobierno, tanto municipal como estatal.
Recordando algunos pasajes de la historia, que en su momento fueron revividos por el cronista deportivo, Juan Bautista Reinhart, en su libro Historias Deportivas, se sabe que los primeros campos deportivos de béisbol y sóftbol, estuvieron ubicados de primera mano en el primer cuadro de la ciudad, donde actualmente, se encuentran las instituciones bancarias Banamex y Bancomer, así como el famoso mercado del “Ki-huic”.
Además de este lugar que era una planicie y donde se jugaba todos los domingos, también existía otro campo denominado “SAOP”, mismo que estaba ubicado en lo que fuera el centro comercial Cancún 2000, hoy conocido como “Las Tiendas de Cancún”.
Posteriormente, nació el parque de pelota “Venancio Pec” enfrente de la Estación de Bomberos, el cual no ha cambiado mucho su fisonomía, pues administraciones vienen y van, sin que hasta la fecha se haya podido modernizar dicho lugar, y el cual, se encuentra en el abandono por parte de las autoridades.
Al igual que el “Venancio Pec”, el Estadio de Béisbol Fernando “Toro” Valenzuela surgió de la nada, el cual en un principio llevaba el nombre de Campo de la Colonia, donde el plato de home es ahora el center fielder.
Cabe señalar que este estadio llevó primero el nombre de campo Augusto “Xut” Velásquez, mismo que fue sustituido más adelante por el de Fernando “Toro” Valenzuela, quien estuvo presente en la reinauguración de dicho inmuebles deportivo, tras desatarse la “Fernandomanía”, la cual ya quedó en el pasado, pues en aquella ocasión se abarrotaron las gradas con cientos de aficionados, por querer ir a ver la ídolo mexicano del “Rey de los deportes”.