Gabriel Zapata Bello
Don Gonzalo Solís dedicó más de setenta años al mundo del box y de la lucha libre de Yucatán. Oriundo del barrio de Santa Ana, creció y vivió siempre en el de Santiago; se entusiasmó por vez primera con el boxeo en 1933 al ver en el ring de la Escuela Modelo un combate entre dos fieros gladiadores, Eric Rubio Ancona y Nacho Campos Millet. A partir de eso improvisó un cuadrilátero con sogas amarradas a unos árboles de caimito y mango, al cual invitaba a los jóvenes del rumbo a cambiar golpes deportivamente. Debutó oficialmente con el nombre de combate de “Kid Sporting” por ahí de los años 1936 y 1937, en el ring de La Plancha, frente al Pajarito Bacelis, al que ganó por decisión; como pago recibió un racimo de plátanos, ya que en esa época romántica se peleaba lo mismo por unos panuchos que por un vaso de choco milk.1 Su manejador Luis Nájera Martínez lo pulió como estilista y lo llevó al cuadrilátero del Club Mérida, donde hasta hace unos años estuvo el Congreso del Estado y ahora es el Palacio de la Música (58 x 59), en el cual se impuso en sendos combates a Eric Rubio, Humberto Cárdenas y Pajarito Espinosa
Para dar el salto al Circo Teatro Yucateco se rebautizó como “Baby Carpentier”, con lo que emuló al excampeón mundial pesado, el galo Georges Carpentier; sin embargo, como esgrimista admiraba el ídolo local Joe Conde, un mazatleco que hizo historia en el recinto de Santiago por su estilo elegante, su jab, el juego de piernas y hasta la “bicicleta”, que con agilidad ejecutaba en torno a su contrincante para evadir golpes. Su primera paga por pelear cuatro rounds fue de $ 7.50 pesos, de los cuales $ 1.50 eran para su manejador, $ 2.00 pesos para cenar unos panuchos o un mondongo “kabik” y lo que quedaba era para alimentarse para el siguiente compromiso. Cuando subió a seis rounds la paga era de $ 35 pesos y por diez episodios, entre $ 70 y cuando mucho $ 125 pesos.2 Sus mejores pleitos fueron contra Ambers Vargas (derrota y empate), sus triunfos frente a Kid Parra, los progreseños Kid Carnera y Tommy Farr, así como frente a un tal Rancho Grande; disputó el campeonato estatal pluma a Gonzalo Romero Campos, aunque el pleito terminó sin decisión.
En 1942 contrajo nupcias con la maestra Obdulia Cervantes pero ni cupido logró alejarlo de los cuadriláteros. Una vez que colgó los guantes se inició en el campo de la promoción con los primeros campeonatos amateurs en 1956 en el Circo Teatro. Al demolerse ese recinto en 1961, Fayo se une con Beto Eljure y comenzó su peregrinar al llevar combates a la Plaza Mérida, a Baratilleros, a las Arenas San Juan y Montejo y a muchos otros lugares del Estado, hasta que en 1983 se inauguró el Polifórum Zamná, en el cual organizó memorables funciones tanto de boxeo como de lucha libre.
En su oficina era frecuente ver a fortachones que le pedían respetuosamente que los incluyera en alguna función; mientras hablaba con ellos, diseñaba manualmente un cartel de box o lucha libre con un grueso plumón y con fotos de peleadores que él mismo había recortado. En sus funciones no ocultaba su pasión por ver el ring iluminado mientras en el encordado dos o hasta seis gladiadores combatían; con el micrófono y su gruesa voz, Fayo no cesaba de arengar al público para que apoyaran y aplaudieran a los contendientes.
Entre cientos de eventos que organizó o presenció, como una pelea entre un león y un toro en el Circo Teatro, las luchas de Santo El Enmascarado de Plata, una pelea de pesos completos en Mérida, etc., recordaba una anécdota con el buen humor que lo caracterizaba:
En una de tantas peleas en Mérida, se le da la oportunidad de actuar como réferi a un novato, quien antes se cerciora de sus obligaciones: “¿Qué hago si uno de los peleadores se levanta antes del conteo reglamentario?”...”Le haces una pregunta cualquiera para saber si tiene buenos reflejos”, le respondió Fayo. Durante la riña cae uno de ellos, se levanta y después de la cuenta el novel réferi le pregunta “¿En qué año nació Benito Juárez?”. Como no supo contestar, el tercer hombre lo declaró fuera de combate…3
1 Novedades de Yucatán, Cuando en Yucatán se boxeaba por los panuchos, por un racimo de plátanos o por un “Choco Milk”, 23 de abril de 1984, p. 6.2 Ibid.3 Novedades de Yucatán, “Fallo” (sic) cierra el libro de los recuerdos, 26 de abril de 1984, p. 6.