MADRID, España, 29 de mayo.- El amaño de un partido de fútbol no tiene un precio fijo. “Depende de la importancia del partido y del número de futbolistas que haya que pagar para cometer el fraude”, señalan fuentes policiales. En el caso del Huesca-Nàstic de la pasada temporada en Segunda, el precio fue supuestamente 200,000 euros. Así lo apunta la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en los informes que desembocaron el pasado martes en la Operación Oikos, con la detención de una decena de personas por su supuesta implicación en la trama presuntamente encabezada por Raúl Bravo, exjugador internacional del Madrid. Ayer se presentó en una comisaría de Madrid y fue detenido un undécimo implicado, un jugador español que milita en un equipo indio. Quedó en libertad con cargos.
“Se escuchan barbaridades, como que hay partidos en cuestión; pasaremos a esa ofensiva inmediata”
En el Huesca-Nàstic, “hubo un primer pago, de aproximadamente la mitad de esa cantidad, antes del encuentro. El resto se pagó después, una vez que el partido había terminado como quería la trama para lograr altos beneficios en las apuestas”, añaden estas fuentes. En concreto, con el 0-0 al descanso y la victoria visitante al final por 0-1. “Las apuestas se hicieron a través de los mercados asiáticos de juegos de azar, mucho más laxos en los controles y que dan grandes dosis de anonimato a estas mafias”, añaden. Las pesquisas policiales coinciden con el contundente informe de la UEFA sobre el Huesca-Nàstic (0-1) del 27 de mayo de 2018. El documento confidencial, enviado el martes 29 de mayo a LaLiga y la Federación, y posteriormente a ambos clubes, y al que ha tenido acceso EL PAIS, abre sus 25 páginas con una contundente conclusión: “Hay pruebas claras y apabullantes de que el curso o el resultado de este partido fue influido excesivamente con intención de obtener beneficios corruptos de las apuestas. Las pruebas de las apuestas indican básicamente que los apostantes tenían conocimiento previo de que la SD Huesca iba a perder el partido”, dice en su portada. (EL PAIS)