Jorge Canto Alcocer¿Decisión tardía?
En un movimiento exigido por la afición, analistas deportivos y prácticamente todos los adherentes a la religión melenuda, y negado de manera reiterada, contundente y en alguna ocasión hasta grosera, ¡por fin! llegó el cese de Luis Carlos Rivera, un manager al que simplemente el equipo le quedó muy grande y del que entregó pésimas cuentas durante los 83 desafíos que dirigió. Una última derrota, al iniciar la tradicional serie contra los Piratas de Campeche selló su salida, justo al iniciarse la recta final, el último tercio de la temporada, con enfrentamientos únicamente con rivales de la División. La directiva lo dio a conocer en escueto comunicado, en el que también informó que se queda al timón de manera interina el coach de banca Gerónimo Gil, receptor recientemente retirado, que tiene así su primera experiencia como mandamás en Liga Mexicana.
Gil se estrenó con ruidosos triunfo y fracaso, respectivamente, el primero por la vía de la toletiza, y el segundo, un traspié muy doloroso, que le conllevó severas críticas de auténticos conocedores, cuando al cerrador Lueke le sacaron el partido en dos parpadeos consecutivos, con lo que se tiró por la borda nueva joya de César Valdez. No nos sumamos a las críticas al nuevo timonel: tomó la decisión más atinada, pero la cosa simplemente no salió. Así de fácil, así de sencillo. Lo que nos parece preocupante de la situación de Gil, quien fuera un cátcher de tremenda, de mucha categoría, es que se insista con tanta puntualidad en su carácter “interino”, pues ello nos hace pensar en la posibilidad de un nuevo manager cuando sólo falten unos cuantos partidos, decisión que ocasionaría inestabilidad en la novena.
Con Luis Carlos salen del equipo Ronald Belisario, Yeison Asencio y muy probablemente Miguel Peña de la rotación. Han llegado el panameño Enrique Burgos, quien se tomó dos tacitas de café con Arizona en 2015 y 2016, y debutara con poca fortuna el año pasado en La Mexicana; y Dustin Crenshaw, con mucho rodaje en ligas independientes norteamericanas y buenas actuaciones en anteriores estancias en la Mexicana, con un récord combinado de 24 victorias, 13 derrotas y efectividad de 3.75 en las temporadas de 2016 a 2018 del máximo circuito veraniego de nuestra patria. Burgos viene con etiqueta de relevista corto, y probablemente se quede con la función de preparador; en tanto que Crenshaw ocuparía, creemos, el puesto de Miguel Peña en el cuerpo de abridores.
Gil llega al mando en una situación por demás complicada, cuando Leones ha caído hasta el quinto lugar en el standing general, y se ha alejado hasta a tres juegos de los Tigres de Quintana Roo, ocupantes de la cima sureña en esta segunda vuelta. Por si fuera poco, en esta coyuntura han comenzado a enderezar el camino los Pericos de Puebla y los Guerreros de Oaxaca, quienes si bien están atrás de los melenudos en esta etapa, a 4 y 5 juegos respectivamente, ambos están mejor posicionados que los selváticos considerando el total de juegos, llevándoles los oaxaqueños 5 juegos de ventaja, en tanto que los poblanos nos sacan 3.
Los 33 partidos que faltan, en los que se dirimirá la calificación y las posiciones –Leones parece apuntar para un cuarto lugar, con escasas posibilidades de escapar del partido de comodines- enfrentará a los nuestros con Tabasco, Campeche, Quintana Roo, Puebla y León, a razón de nueve juegos contra los siempre indigestos filibusteros, y seis desafíos contra los demás clubes. Esta misma semana andarán de gira precisamente en Villahermosa y Campeche, para luego de recibir a los Olmecas, disputar seis encuentros consecutivos contra los ahora imbatibles felinos cancunenses, que siguen barriendo con la quinta y sus mangos en esta segunda vuelta. Con el relevo corto metido todavía en un berenjenal, y a la expectativa de las condiciones en las que venga Crenshaw –andaba tirando en una Liga Independiente norteamericana, recibiendo más toletazos que lo conveniente (récord de 4-5, efectividad de 4.96 en trece aperturas)-, serán estos quince partidos, a jugarse en las próximas dos semanas y media, los que definirán muchas cosas.