Gabriel Zapata BelloDeportistas yucatecos en la era dorada del cine nacional
La industria fílmica nacional vivió una época dorada entre los años 1936 y 1957, lapso en el que se produjeron, en calidad y cantidad, exitosas películas en las que surgieron tanto directores y artistas nacionales que ofrecieron durante décadas entretenimiento y arte al público mexicano. Ese buen cine mexicano abarcó no solo cintas románticas o melodramas, de terror y comedias musicales, sino que también incursionó en las películas de acción e incluso en historias desarrolladas en un contexto deportivo.
A finales de los años cuarenta y a principios de los cincuenta el deporte yucateco atravesaba por un gran momento pues se jugaba un buen béisbol peninsular y se contaba también con sus dos primeros campeones nacionales de boxeo; uno de ellos era Julio César Jiménez El Schmelling Yucateco que en 1947 estaba en la capital del país en una temporada pugilística; fue requerido para participar en la película El campeón sin corona protagonizada por David Silva, un galán del cine nacional que daba vida en ese film a un boxeador de barrio con muchas facultades en el pugilismo, pero que por su afición a las fiestas y el alcohol había arruinado su carrera en los encordados. Al rodar la pelea se consideró pertinente que el rival de Silva fuera un boxeador profesional que con estilo le diera una andanada de golpes al actor durante varios rounds pero que al final resultara noqueado por la valentía del protagonista. El Schmelling Yucateco, quien en esos años se codeaba con lo mejor del mundo deportivo y de la farándula nacional, aceptó el papel y ese nocaut fílmico fue el único que sufrió en su carrera, ya que en su trayectoria deportiva real nunca visitó la lona.1 La película fue un éxito y fue anterior a otras cintas de corte boxístico como Pepe el Toro (1953) y Guantes de Oro (1961).
Por su lado, el béisbol mexicano gozaba de un buen prestigio ya que años atrás, con motivo de la guerra mundial, la pelota nacional se benefició de las suspensiones ligamayoristas en los Estados Unidos, además de que en dicho béisbol organizado aún no se admitía a peloteros de color, aunque actuaban con clase y calidad, tanto en la Liga Mexicana como en la Liga Peninsular, con sede en Yucatán; el cine nacional rodó en 1951 El beisbolista fenómeno, una comedia deportiva con el popular Adalberto Martínez Resortes en el papel de un vagabundo al cual le entra el espíritu de un extraordinario pitcher fallecido, por lo cual Resortes se convierte en toda un estrella del centro del diamante.
Dicha película recrea el ambiente beisbolero mexicano el cual dominaba el magnate Jorge Pasquel y tuvieron apariciones en dicha película peloteros estelares de la talla de Lázaro Salazar, Ramón Bragaña y Alejandro Crespo, así como de dos coterráneos nuestros: Pedro Comas y Leonel Coronel Aldama, que en ese entonces jugaban con la novena del Monterrey en la Liga Mexicana y quienes en una parte del film toman sus turnos al bate frente a los lanzamientos descontrolados de Resortes; el anunciador Pedro El Mago Septién fue el encargado de presentarlos en el filme.
El Coronel -quien hace unos días obtuvo el sueño eterno- nos platicó que dichas escenas fueron filmadas en el desaparecido Parque Delta de la capital mexicana con los peloteros profesionales del Veracruz y del Monterrey y que lo que más recordaba durante el rodaje era que Resortes fuera de cámaras era igual de cómico que como se le ve en las películas, con sus movimientos estrambóticos y singulares, por lo que las escenas en las que lanzaba como pitcher había que repetirlas varias veces. La película aún es del gusto de los cinéfilos y todavía se proyecta por televisión en los canales nacionales.
La época dorada del cine nacional tiene como fecha simbólica de declive el 15 de septiembre de 1957, cuando falleció en un trágico avionazo en Mérida su máximo ídolo, Pedro Infante, quien en sendas películas, Ustedes los ricos y Pepe el Toro dio muestras de su habilidad para su deporte favorito, el boxeo.
1 Novedades de Yucatán, Púgiles con maquillaje y artistas con guantes, 26 de enero de 1969, p. 3.