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Dos Leones por la corona de pitcheo

Jorge Canto Alcocer

Con las cosas aparentemente ya en su sitio –Leones ocupa el liderato de la Zona Sur, habiéndose agenciado las cinco series disputadas hasta ahora en la segunda vuelta-, podemos poner el acento en las individualidades, que esta temporada han estado del lado del pitcheo, como es costumbre en nuestro equipo. Y es que, cuando faltan 45 juegos, es decir, unas 9 salidas para cada abridor, los melenudos César Valdez y Yoanner Negrín están protagonizando una dramática lucha juego a juego por el liderato del más importante departamento entre los serpentineros: la efectividad. Ambos lanzadores llevan una tremenda parejera, intercambiando la punta casi salida a salida, recordando a otros grupos de abridores selváticos del pasado reciente, como aquel sensacional trio que formaron Kevin Kobel, Eric Rasmussen y Gilberto Rondón en la temporada de 1981; la imbatible pareja formada por Freddie Arroyo y Kenneth Angulo en la de 1984; la tremenda dupla que formaron de mediados a fines de la década de los ochenta Mercedes Esquer y Cecilio Ruiz… y paremos de contar. Grandes serpentineros han sido puntales del equipo, como Oscar Rivera de mediados a finales de la primera década del siglo XXI, o el propio Negrín en las últimas temporadas, pero eran reyes solitarios en una selva donde había otros buenos serpentineros, pero no a su mismo nivel. Ahora, Negrín conserva la jerarquía que le da su antigüedad en el equipo y su liderazgo personal, pero Valdez no ha desmerecido en lo más mínimo, asumiendo la segunda posición en el rol, en la que ya desplazó a un José Samayoa quien, si bien ha mostrado sus virtudes, perdió un par de salidas y parte del ritmo por una lesión.

¿Quién ganará la puja? ¿El cubano del tremendo slider o el dominicano de la recta veloz y la curva espeluznante? Los números que muestran, cuando estamos cerca de las dos terceras de la campaña son realmente impresionantes, especialmente en un año de pelota “viva”, donde las ofensivas han destrozado a los monticulistas y están temblando las marcas de jonrones y producidas. Pero eso parece no significar nada para Negrín y Valdez, que de hecho muestran mejores números que los que han tenido regularmente en la pelota mexicana. Al día de hoy, César Valdez presume el liderato de efectividad, pero apenas 4 centésimas arriba de Negrín, diferencia que se pulveriza con una sola carrera. Valdez compila 2.51 en 89 episodios y dos tercios, en los que ha recibido 94 imparables, pero su gran virtud se encuentra en un control casi perfecto, pues sólo ha concedido 8 pasaportes y apenas ha golpeado a cinco enemigos, la oposición le batea para un aceptable .279. Negrín, por su parte, tienen 2.55 de efectividad, con 95 episodios y un tercio, en los que apenas y le han conectado 77 batazos a tierra de nadie; con un buen balance de ponches y pasaportes -83 por 35-, pero se le han escapado varias pitcheadas, al grado de ocupar el subliderato del nada grato departamento de los “dead balls”, con once, sólo detrás del japonés Kubo, de los Bravos de León. Negrín, al que apenas le batean para .223, es el abridor más difícil para batear en toda la Liga, pero Valdez es, y por mucho, el más controlado.

¿Quién está tirando mejor pelota de estos dos melenudos? Veamos los otros departamentos cruciales: en el renglón de victorias, Valdez es líder único, con diez, en tanto que Negrín se rezaga hasta la cuarta posición con sus siete; pero en cuanto a chocolates, el cubano ha vuelto a encontrar la fórmula, y es cuarto, con 83, detrás de Kubo (97), Alex Delgado de Oaxaca y Juan Pablo Oramas de Tabasco (89). Valdez se pierde hasta la posición 10, con 68, sin posibilidades reales de meterse a la lucha por este liderato. En definitiva, ambos lanzadores están “quemando las garrochas” y presumiendo un temporadón, por lo que, si no se presenta un imprevisto, la lucha se prolongará probablemente hasta la última semana de la segunda vuelta. En lo personal, nos gusta más Negrín, pero reconocemos que Valdez está lanzando lo que quiere, y como quiere. Gana, pues, el aficionado, que en una estancia yucateca puede disfrutar en días consecutivos a los dos mejores lanzadores de la Liga.

La semana que viene se muestra propicia e interesante para los nuestros, pues inicia frente a sus “hermanos” Algodoneros, un club que no ha visto la suya en esta vuelta, confirmando por qué ocuparon el frío sótano en la primera; para concluir contra los Saraperos, una novena que, como los propios Leones, está intentando enderezar el rumbo, y está en la segunda posición norteña. Con Negrín programado para dos partidos, la batalla particular entre estos dos señorones debe echar chispas y, sobre todo, debe continuar redituando éxitos al equipo de nuestros amores.

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