Deportes

José Alayola Montañez, campeón de la tercera edad

Conrado Roche Reyes

Duelos de auténtica gente grande

El más tierno de los combatientes ha participado en más de mil batallas y se ciñó sobre sus sienes una corona más, la enésima en su vasta carrera de casi medio siglo en las palestras cuadriculadas.

En duelos de auténtica gente grande, no sólo por su edad, sino por su fuerza de juego, José Enrique Alayola Montañez se coronó el jueves por la tarde campeón estatal de ajedrez de la tercera edad. Y lo hizo con aureola de imbatible.

En el marco de la X Expo-DIF Adulto Mayor, que se realizó en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, una selecta docena de guerreros del tablero se enzarzó en apasionantes batallas cerebrales, doblemente meritorias porque tuvieron que concentrarse en medio del estridente entusiasmo que generaban los concursos de bailes y de cantos.

Aunque sólo fueron cuatro rondas, la emoción fue mayúscula, pues se hizo evidente que los viejos lobos de mar venían en muy buena forma, como lo demostraron sus agudas combinaciones y sus elaboradas maniobras en la fase de finales. El ganador logró tres victorias y un empate.

Como subcampeón, con tres unidades, terminó Lucio Armando Tejero Arceo, el único que puso en aprietos al nuevo monarca, con quien empató en finales. En los apuros de tiempo, pese que tenía un peón de ventaja, Lucio no quiso arriesgarse a una costosa imprecisión y él mismo propuso las tablas en la penúltima ronda.

También con tres puntos quedó un ex campeón nacional de la tercera edad, José Luis Alonzo Salomón, por delante de Eduardo Rubén Rosado Pacheco y otro ex monarca yucateco, Daniel Angel Mena Briceño, quien viajó desde Tizimín para participar en la contienda.

El nuevo monarca recibió un trofeo especial: un corcel de cristal; el subcampeón se llevó uno de Lladró y el ocupante del tercer sitio otro de cristal oscuro.

El Mejor Jugador Foráneo fue Darío Muñoz Rodríguez, de Ciudad del Carmen, quien en la ronda postrera se enfrentó al entrenador Juan Manuel Galván Jaime, del Estado de México, a quien derrotó. El primero se llevó un trofeo de barro en forma de caballo, pero su rival no se fue con las manos vacías: en el stand del club “Bobby Fischer”, organizador de la competencia, consiguió a más de 10 nuevos pupilos, desde jugadores de la más tierna infancia hasta gente de avanzada edad.

Una elegante y glamorosa progreseña, que lució el terno regional en la inauguración, obtuvo el premio a la Mejor Femenil: Estela Candelaria Ureña Chío. La hermosa yegua coquetamente maquillada que recibió como galardón le quitó el amargo sabor de boca que le dejó un día antes el no haber bailado la jarana en la tarima. La súbita interrupción de la energía eléctrica impidió que se celebrara ese número.

A tono con la magna cita, como anticipamos, el sexagenario Miguel Ricardo Sosa Pérez fue el juez principal y tuvo a una asistente de lujo, la cubana Sonia Rosa Batista Terrero, árbitro internacional. La cubana, quien además es entrenadora, dio clases a varios pequeños que se acercaron al stand del club “Bobby Fischer”.