El Atlético de Madrid se clasificó para la final de la Supercopa de España al vencer al Barcelona por 2-3 en un partido que se volvió loco tras el descanso, período donde se anotaron los cinco goles y donde tuvo un protagonista inesperado con la presencia del VAR.
Tras una primera parte en la que el Barcelona dominó de principio a fin al conjunto rojiblanco, llegó la segunda mitad y la locura. 18 segundos tardó Koke en adelantar a los de Simeone, una vez que se incorporara al partido desde el banquillo. Un tanto que además de poner por delante en el marcador a los rojiblancos sirvió para activar a Messi que cinco minutos después ponía el empate en el marcador. Y pudo haber puesto por el 2-1 de no haber sido por el VAR que anuló por mano un gran tanto del astro argentino.
A partir de ahí llegaron los minutos más locos, para el Barcelona, para el Atlético... y para el VAR. El 2-1 lo puso Griezmann que no lo celebró. El partido se pudo haber terminado con el 3-1 de Piqué, pero el VAR volvió a aparecer y decidió que el tanto del central azulgrana era en fuera de juego. Y entonces llegaron los cinco minutos de desconexión del Barça de Valverde que se transformó en el empate de Morata desde el punto de penalti y en el tanto de Correra en un mano a mano en el 86.
Final madrileña en la Supercopa de España de Arabia, entre dos equipos que llegan al último partido en busca del título con dos sensaciones muy diferentes. (Marca)