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Disculpa a medias

WEST PALM BEACH, EE.UU., 13 de febrero (AP).- Alex Bregman habló durante aproximadamente 30 segundos y ofreció una disculpa, pero no explicó por qué. Dijo que había aprendido, pero no dijo qué.

En una porción de césped entre el edificio y los campos de entrenamiento de primavera, el estelar antesalista se paró frente a un micrófono en la conferencia de prensa, convirtiéndose en el primer jugador actual de los Astros en disculparse el jueves —sin realmente adentrarse en los detalles— por el escándalo de robo de señales en la temporada de 2017 cuando ganaron la Serie Mundial.

“Estoy realmente arrepentido de las decisiones que tomó el equipo, la organización y yo mismo. He aprendido de esto y espero ganarme la confianza de los fanáticos”, comenzó Bregman, bajo un sol parcialmente cubierto por las nubes, antes de agradecerle al público y decir que él y sus compañeros “están completamente enfocados en seguir adelante en la temporada 2020.

Y con ello quedó trazado el libreto a seguir.

El momento que más perplejos dejó a todos llegó poco después, cuando el dueño de los Astros Jim Crane respondió a una pregunta de un reportero:

“Nuestra opinión es que esto no impactó el juego. Teníamos un buen equipo. Ganamos la Serie Mundial. Lo voy a dejar ahí”.

Al consultársele después sobre su afirmación sobre el efecto en los resultados, Crane trató de dar marcha atrás: “Es complicado determinar cómo impactó el juego, si es que impactó el juego”.

La MLB no castigó a jugador alguno y Crane dijo que tampoco lo hará el club.

“No vamos a tomar medidas con los jugadores”, señaló.

El venezolano Altuve dijo que el miércoles hubo una reunión de todo el equipo para hablar de lo sucedido.

El comisionado de las Mayores Rob Manfred intervino después de comprobar que el equipo había apelado a la tecnología para robar señales durante la campaña de 2017, en que los Astros ganaron la Serie Mundial, y nuevamente en 2018.

“Realmente lo siento mucho”, dijo Bregman.

Los Astros fueron multados con 5 millones de dólares, el máximo permitido, y se les quitaron las dos primeras selecciones de los próximos dos drafts de amateurs.

La investigación concluyó que los Astros emplazaron una cámara detrás del jardín central para descifrar las señales de los receptores a los pitchers. Luego, los peloteros daban un número determinado de golpes en un cesto de basura, para avisar a su compañero en la caja de bateo qué lanzamiento se le haría.

Crane aseguró que el ardid se empleó en 2017 y durante parte de 2018, pero dejaron de hacerlo durante esa temporada.

También dijo que no había fundamento a la sospecha de que los bateadores de los Astros usaban zumbadores para recibir información sobre los lanzamientos.

“Realmente estoy convencido que no se usaron zumbadores, nunca”, sostuvo Crane.

Los Astros comparten el complejo en Florida con el equipo ante el que perdieron en la pasada Serie Mundial, los Nacionales de Washington. Y en esta ocasión, fueron los perdedores los que atrajeron más atención que los campeones en el primer día de entrenamiento.

“A la larga, sus acciones hablan más fuerte que las palabras y estar arrepentido después de que te atraparon y estar arrepentido por lo que hiciste son cosas distintas. No se va a ir en un solo día. Va a ser un proceso constante desafortunadamente”, dijo el relevista de los Nacionales Sean Doolitte. “Esto es algo con lo que todo Grandes Ligas tiene que comprender y aún estamos intentando procesarlo. Entonces nos tomará un poco”.

La sesión con Bregman duró 10 minutos y mantuvo el mensaje. También lo hicieron en general os demás.

Bregman, por ejemplo, utilizó palabras como “disculparse” y “remordimiento” pero no mencionó nunca “señales” o “robo” o “trampa”.

Algunos como Verlander, dijeron que deseaban haber dicho algo más en su momento para disuadirlos del sistema ilegal que ayudó a los bateadores a saber qué tipo de bolas iban a lanzar.

Como Crane, se contuvieron de ofrecer alguna disculpa a equipo o jugadores que derrotaron en 2017, especialmente a los Yanquis de Nueva York en la serie por el campeonato de la Liga Americana y a los Dodgers de Los Ángeles en la Serie Mundial.

“Creo que no necesitamos buscarlos a ellos”, dijo Reddick. “O cualquier otro en ese caso”

Quizás las declaraciones que sonaron más directas y sinceras fueron las de Carlos Correa. El boricua dijo que el ardid no era tan efectivo en la postemporada, porque los receptores rivales usaban múltiples señales para indicar al pitcher qué debía lanzar.

“Nos sentimos mal y no queremos ser recordados como el equipo que hizo trampa para conseguir un campeonato”, dijo Correa.