Gabriel Zapata Bello
Los Jaguares de la Vocacional 4 y los Cheyennes del Politécnico jugaron el primer partido formal de fútbol americano en Yucatán en 1973 en como el Parque Carta Clara. (Novedades de Yucatán, 16 de septiembre de 1973, p.12.)
El desaparecido pero bien recordado Parque Carta Clara, inaugurado en 1953 y cuyo diamante se bautizó con el nombre del inmortal lanzador Julio Molina, no solamente fue el gran escenario del béisbol peninsular durante cinco décadas y Casa de los Leones en sus 3 incursiones en la Liga Mexicana (1954, 1970 y 1979), sino que también sirvió como marco de una decena de peleas de campeonato mundial de Miguel Canto, Gustavo Espadas padre y Juan Herrera, así como cancha futbolera en la que jugaron el Club América en dos ocasiones (1974 y 1985) y los Aguiluchos de Yucatán de segunda división.
Era un inmueble tan bien diseñado y con las necesidades funcionales adecuadas (aforo, accesos, amplia visibilidad, estacionamiento, etc) por lo que no era raro que se utilizara para una diversidad de espectáculos, hasta que fue demolido a inicios del presente siglo para dar paso a una plaza comercial como tantas.
No es de extrañarse entonces, que el primer juego formal de fútbol americano en Mérida, -un deporte con pocas raíces en nuestra cultura deportiva-, se haya realizado en el inmueble de Chuminópolis en septiembre de 1973.
El encuentro del rudo deporte fue entre dos equipos visitantes, los Jaguares de la Vocacional 4 y los Cheyennes del Instituto Politécnico Nacional, los cuales jugaron los 4 cuartos reglamentarios siendo los felinos quienes resultaron triunfadores por 7-6. El césped del Carta Clara fue marcado con las yardas reglamentarias, ubicándose las metas de gol, una en la raya del jardín izquierdo y la otra entre el center y el jardín derecho del campo1.
El partido atrajo a numerosos aficionados, entre ellos algunos yucatecos que practicaron el fútbol americano cuando estudiaron en los Estados Unidos, así como por estudiantes del Tecnológico de Mérida y de la Universidad de Yucatán que mostraban interés por promover el deporte de las yardas y formar sus escuadras. A pesar de ser un vistoso encuentro que animó a los asistentes, la idea de formar algunas escuadras que compitieran por el balón ovalado en nuestro medio se quedó en el intento y no fructificó.
Cuatro décadas antes, en 1939, la fiebre deportiva que originó el recién inaugurado Estadio Salvador Alvarado motivó el vivo interés de algunas agrupaciones escolares y deportivas por introducir el fútbol americano en Yucatán. Para tal efecto, se constituyó la flamante Asociación de Fútbol Americano de Yucatán integrada con representantes de las Secundarias Vadillo Cicero, Cisneros Cámara y Federal para Hijos de Trabajadores; Club Yucatán, Universidad de Yucatán y Boys Scouts de México, quienes se dirigieron al entonces director de Educación Física profesor Alfredo Palacios Almoneit para solicitar el uso del Estadio para sus entrenamientos y juegos.
La intención de introducir el rudo deporte en nuestro medio quedó sin concretarse en esa ocasión debido a la falta de entrenadores locales de la disciplina, así como por la falta del equipamiento necesario para su práctica, el cual sólo se conseguía en esos años en la Unión Americana2.
Sería hasta 1987 cuando inició formalmente la promoción y práctica del fútbol americano en Yucatán, deporte que ha sentado sus reales en los jóvenes locales quienes a la fecha cuentan con 6 equipos en una liga bien organizada denominada OFASE, en la que compiten con otras 17 organizaciones de la península. Y para ir más lejos, las jóvenes yucatecas también participan organizadamente con sus equipos Leonas, Rangers y Águilas Blancas, dando muestras que si se trata de avanzar yardas y disputar el óvalo, no importan los contactos por duros que sean.
1 Diario del Sureste, 16 de septiembre de 1973, p.10.2 Diario del Sureste, 10 mayo de 1939 p.6.