CAMPECHE, Cam., 27 de marzo.– La Leyenda del Box en Campeche, Melchor “Baby” Cob Castro, cumplió 29 años de haber conseguido el Campeonato Mundial Minimosca, celebrado el pasado miércoles 26 de marzo del presente año, y recordó que luego de vencer en una vibrante pelea por nócaut en 10 asaltos al filipino Rolando Pascua levantó el cinturón mundial, con lo cual el orgullo de Chiná, Campeche consiguió la gran hazaña deportiva para el boxeo mexicano.
Tras 29 años de haber conseguido el mejor logro para un pugilistas campechano, que es uno de los 24 campeones minimosca que ha tenido México y que será siempre recordado, luego de ganar 71 peleas, para el excampeón Mundial Minimosca y ahora entrenador, manager y también promotor de box, destacó que, que luego de 29 años sigue siendo una motivación al ser reconocido como el mejor boxeador campechano, ya que no se ha logrado tan importante logro en el Estado.
“Ser boxeador ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, he logrado campeonatos, forjado peleadores, y dado la experiencia a nuevos talentos quienes buscan obtener un lugar en el ranqueo oficial del pugilismo, comentó Melchor de los Ángeles Cob Castro, “Baby”.
Melchor de los Ángeles Cob Castro, o “Baby” Cob, como le gusta presentarse, logró 87 peleas el ex rey mínimo del CMB, nacido en Chiná, Campeche, con una corta estatura, debutó en el boxeo con apenas siete peleas amateur a los 16 años.
En 1985, su rival Felipe Pérez, cayó noqueado en el cuarto round, ese año vería nacer a la estrella del pugilismo campechano, con alrededor de 8 contiendas, fue testigo de su primera derrota ante Alfredo Xequé, además de tres empates.
En Chiná, Campeche, nació el ídolo local Melchor de los Angeles Cob Castro, apodado “El Baby”, el 18 de abril de 1968, en pleno año olímpico. A pesar de su corta estatura de metro y medio, siempre dio muestras callejeras de agresividad, llegando a debutar en al boxeo con apenas siete peleas amateur a los 16 años ante Felipe Pérez al que noqueó técnicamente en cuatro episodios el 14 de abril de 1985 en la localidad de Escárcega, Campeche.
Fue el único nocaut en el año de su debut que comprendió ocho contiendas, incluyendo su primera derrota ante el duro rival Alfredo Xequé, además de eslabonar tres empates, 16 peleas en el curso de cuatro años lo pusieron en La Banda del Estero, municipio de Mendoza, Argentina, ante José Humberto Lagos el 10 de marzo de 1989 en la disputa del cetro minimosca internacional, avalado por El Consejo Mundial de Boxeo que perdió por puntos en doce episodios.
En año y medio Melchor Cob recuperó su cartel con doce triunfos, siete de ellos alcanzados por nocaut cuando le llegó su dorada oportunidad gracias a su buen caminar como campeón Continental de las Américas del Consejo Mundial y a la administración inteligente del periodista Rafael “La Cobra” Mendoza.
El Baby tuvo una victoria resonante ante Javier Várguez al que le ganó decisión y eso le abrió las puertas a la corona, enseguida noqueó a Henry López.
Melchor estaba dedicado a prepararse en el Distrito Federal para disputar el título nacional minimosca, cuando fue notificado de manera imprevista que la pelea titular nacional se cancelaba y ya se alistaba para regresar a sui tierra a iniciar su “luna de miel” que le fue interrumpida estando recién casado, pero en contraste recibió la buena nueva de que disputaría el cetro mundial al filipino Rolando Pascua.
El 25 de marzo de 1991 hizo historia grande en el Great Western Fórum de Los Angeles, California al derrotar al filipino Rolando Pascua, quien registraba 25 triunfos y cinco derrotas.
El réferi Rudy Jordan paró la pelea al minuto y 59 segundos del décimo round por la paliza que estaba recibiendo, Baby Cob a sus 22 años de edad, ganó por abandono en el décimo asalto de su rival filipino.
Los golpes del Baby Cob Castro mantuvieron a Pascua contra las sogas durante el noveno round y buena parte del décimo asalto. Finalmente, el campechano castigó a Pascua con un violento derechazo. Pascua dio la espalda a su rival, poniendo fin al combate. La pelea estaba programada a 12 asaltos. Cob Castro, de 22 años, aparecía ubicado en el noveno lugar en el ranking de la CMB. Ahora dejaba una foja de 29-2-4, incluidos 14 triunfos por nócaut. Melchor probó esa noche que su estatura sobre los cuadriláteros era inmensa, porque se trataba de un pequeño gigante del boxeo. Contra todo pronóstico, lo noqueó y obtuvo su primera corona.
La gloria del cinturón le duró tres meses, porque el 3 de junio del mismo año, Humberto Chiquita González le arrebató el campeonato. Cob siempre aseguró que fue porque estaba enfermo y no le permitieron cancelar porque había muchos intereses.
Melchor Cob llegó al retiro en los encordados, antes de cumplir 36 años, con 80 peleas, en 20 años su cuerpo ya había todo lo que tenía que dar y era hora de decir adiós al final de su carrera el gobierno de Campeche organizó una pelea por el título nacional mosca vacante ante Rafael Chávez al que le ganó en pelea por decisión.
El “Baby” Cob, destacó “Forjar peleadores y buscar que se vayan formando es lo que buscamos en Campeche, por lo que poco a poco vamos fogueando a más talentos campechanos.
“Fui tres veces campeón del mundo, campeón del CMB, campeón de la OMB, campeón de la IBA, que dicen que es un título fantasma, pero es campeonato del mundo, que lo ostento Óscar de la Hoya y otros peleadores también, fui campeón nacional dos veces Mosca y Minimosca, fui campeón de las américas, hice diez defensas, fui campeón de las américas cuando hice cinco defensas, unos títulos ahí donde están guardados en las vitrinas” asegura Cob.
“Creo que lo más duro de esto es la disciplina el coraje que hay que demostrar para pararnos a correr, para comer lo indispensable que hay en la mesa, acostarse temprano, acudir al gimnasio, eso es lo más duro que hay en un deportista, sabiendo hacer eso, y tener una disciplina las cosas son fáciles arriba del ring, es como un examen de escuela de matemáticas, si yo estudio para pasar ese examen, lo voy a pasar, si no estudio pues tendré mis dudas en resolverlos y tener una disciplina y un coraje para hacer y pelear, pues las cosas se resuelven fácilmente arriba” destacó.
(Abraham Fajardo)