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Las Grandes Ligas informaron a sus jugadores que sus salarios prorrateados incidirían en una pérdida promedio de 640,000 dólares por cada juego que se realice sin fanáticos / Establecen nuevas reglas en MLB

NUEVA YORK, EU, 16 de mayo (AP).- Las Grandes Ligas informaron a sus jugadores que sus salarios prorrateados incidirían en una pérdida promedio de 640,000 dólares por cada juego que se realice en parques vacíos en una campaña de 82 compromisos.

La información está contenida en una presentación hecha por la oficina del comisionado al sindicato de peloteros y obtenida por The Associated Press.

El documento de 12 páginas se titula “Economía de jugar sin fanáticos”, y está fechado el 12 de mayo. Pinta un panorama sobre una industria de 10,000 millones de dólares paralizada por la pandemia, y representó una herramienta inicial en las negociaciones que buscan poner en marcha, alrededor del 4 de julio, la campaña postergada por la crisis de salud.

Los clubes indican que el método propuesto de salvar la temporada seguiría causando una pérdida de 4,000 millones de dólares y daría a los peloteros de las Grandes Ligas el 89% de los ingresos.

De acuerdo con los equipos, pierden dinero con cada juego adicional que se dispute.

Sin embargo, el sindicato considera que los clubes perderían menos dinero con más encuentros. Además, muchos equipos y/o sus dueños tienen participaciones en su cadena deportiva regional de televisión, que se beneficiaría por el hecho de que hubiera duelos adicionales.

El lunes, los dueños votaron para proponer que los salarios se basen en una repartición de los ingresos a partes iguales. Pero los peloteros consideran que ese marco equivale a un tope salarial, algo a lo que jamás accederían.

Los equipos entregaron el viernes al sindicato un plan para realizar pruebas que detecten el virus y han esperado para presentar una propuesta económica.

Tan sólo los Yanquis de Nueva York acumularían 312 millones en pérdidas locales, a la hora de calcular sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA). La cifra incluye unos 100 millones de dólares en pagos de bonos que financiaron la construcción del Yankee Stadium, dinero que fue ya pagado para 2020.

Los Dodgers de Los Ángeles registrarían pérdidas locales por 232 millones, seguidos por los Mets de Nueva York, con 214 millones; los Cachorros de Chicago, con 199 millones, y los Medias Rojas de Boston, con 188 millones.

Detroit sería el equipo con el menor impacto negativo sobre sus EBITDA, una medida contable para evaluar la rentabilidad, con 84 millones de dólares. La cifra de Baltimore sería de 90 millones, mientras que Pittsburgh y Tampa Bay se ubicarían en 91 millones cada uno.

Las cifras excluyen las distribuciones desde la oficina central, que prevé recabar 1,340 millones de dólares en ingresos por transmisiones en los medios.

Todos estos números fueron calculados por las Grandes Ligas y sus clubes. Escéptico, el sindicato ha pedido una serie de documentos a las Mayores.

Estrictas reglas en regreso de MLB

El béisbol de las Grandes Ligas se asemejará un poco al de la escuela secundaria este año, debido a los protocolos para lidiar con el nuevo coronavirus.

Se exhortará a los peloteros para que no se duchen en los parques, a los que probablemente tendrán que llegar ya con el uniforme puesto, como lo hacían cuando eran adolescentes.

El personal del equipo tendrá prohibido comer en restaurantes durante las giras.

E incluso el Phillie Fnatic y Mr. Met quedarán vetados del terreno, junto con todas las demás mascotas.

El tradicional intercambio de las tarjetas con las alineaciones brillará por su ausencia, igual que las palmadas, los golpes entre puños y los bat boys, de acuerdo con un borrador de 67 páginas planteado por las Grandes Ligas a manera de Manual de Operaciones para 2020.

The Associated Press obtuvo una copia del documento, enviado el viernes a los distintos clubes. Los parámetros, reportados originalmente por el sitio The Athletic, son todavía tema de negociación con el sindicato de peloteros.

Los equipos podrán contar con 50 jugadores cada uno bajo este plan. El número activo para cada juego se negocia todavía.

Queda prohibido escupir, portar grandes envases de agua, utilizar el sauna, el baño de vapor, la piscina o la cámara de crioterapia.

Se desalentará el uso de jaulas de bateo en espacios bajo techo. En cambio, se recomendará el empleo de guantes para batear.

En las prácticas de bateo, los pitchers usarían mascarillas. Los teléfonos en el dugout deberán desinfectarse después de cada uso. Los peloteros no podrán tocarse la cara para enviar señales ni podrán llevarse los dedos a la boca.

Se conmina a los equipos a realizar sus reuniones al aire libre y con los jugadores separados a una distancia segura.

Los clubes recibieron la oportunidad de plantear sus propias sugerencias a más tardar el 22 de mayo. Los protocolos fueron redactados por Patrick Houlihan, Bryan Seeley y Chris Young, vicepresidentes de las Grandes Ligas. Young fue pitcher y se retiró después de la temporada de 2017.

Entre los protocolos hay detalles sobre las pruebas a las que debe someterse el personal del equipo, dividido en tres niveles. Todas las demás personas tendrán prohibido ingresar en las cuevas o en el terreno.

Las butacas vacías en los estadios, cerca de la caseta, pueden usarse para garantizar que los peloteros guarden la debida distancia, de acuerdo con diagramas en el manual. El abridor del día siguiente no podrá sentarse en el dogout.

Igualmente, todos deberán mantenerse debidamente separados durante la interpretación del Himno Nacional y de la canción “God Bless America”.

El protocolo alentaría a los jugadores que estén a la defensiva, “a retirarse varios pasos del corredor que esté en las bases” entre cada pitcheo. Los coaches de primera y tercera base no podrán acercarse a los corredores ni a los umpires.

Estará prohibido que los peloteros conversen de cerca con sus oponentes.

Los managers y los coaches deberán usar mascarillas cuando estén en las cuevas. Al viajar, todo el equipo, incluidos los peloteros, deberá usar equipo protector personal, en los autobuses y en los vuelos.

Nadie podrá visitar un restaurante cuando el equipo esté de gira, ni siquiera el de los hoteles, en los que también estará prohibido ingresar en el gimnasio.

“Enfatizamos que éste es un primer borrador, y habrá varias rondas de cambios mientras recabamos comentarios y sugerencis de los clues, la asociación de jugadores, los peloteros y funcionarios del gobierno”, dijo el vicecomisionado Dan Halem, en un correo electrónico dirigido a dueños, presidentes, directores ejecutivos y gerentes generales de los equipos, junto con los protocolos.