Los Bravos de Atlanta derrotaron esta noche 7-0 a los Astoros de Houston en el juego seis de la Serie Mundial para coronarse campeones de Grandes Ligas, luego de no hacerlo en 26 años, cuando ganaron la serie mundial en 1995.
En una noche mágica fuera de casa, el pitcher zurdo, Max Fried se recuperó de dos malas salidas consecutivas, lanzando seis entradas en blanco y uno de los hombres de la noche, el cubano Jorge Soler, concreto un grandísimo jonrón de tres carreras contra el novato venezolano Luis García en la tercera entrada para que los Braves atraparan el cuarto título de la franquicia y el segundo en Atlanta, donde no se coronaban desde hace 26 años.
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Los Braves también ganaron en 1958, cuando jugaban en Milwaukee y en 1914, en Boston.
La noche inicio bien para los Houston, cuando José Altuve pegó infield hit por el campocorto comenzando el primer turno de los Astros, el show comenzó cuando el jardinero Michael Brantley bateó rodado sin fuerza por primera base. Freeman fildeó limpiamente, pero Fried no entró rápido a cubrir la primera base y cuando recibió el pase del 1B falló en encontrar la almohadilla y, en el proceso, fue pisado en el tobillo derecho por el corredor.
El manager de Atlanta, Brian Snitker, no desafió la llamada del árbitro a pesar de que la repetición de televisión mostró que ni Fried ni Brantley pisaron la almohadilla. Lo más importante, después de todo, es que Fried se mantuvo en el juego y evitó una aparente lesión.
El cuadrangular de Soler, un batazo de 446 pies que pasó por encima de la vía del tren colocada a 90 pies sobre la verja del jardín izquierdo, es uno de los más largos en la historia de 21 años del Minute Maid Park. Para el cubano fue su tercer jonrón de la Serie Mundial, empatando el récord para peloteros cubanos con Tany Pérez (1975) y Randy Arozarena (2021).
De esta manera los Atlanta Braves lograron llevarse el sexto juego ante los Houston Astros en la Serie Mundial para coronarse campeones de Grandes Ligas.
RM