El fisicoculturismo ha tenido un gran crecimiento en el Estado. En el último año, este deporte se ha popularizado y crecido hasta el grado de tener a varios exponentes participando por los primeros lugares a nivel nacional e internacional. Con la llegada de la pandemia y las restricciones de realizar deporte, la disciplina de los fierros se convirtió en una alternativa para mantenerse activo, por lo cual son varios deportistas que han comenzado a practicarlo.
Román Grimaldo, de 35 años, es uno de los grandes exponentes de este deporte, convertido en uno de los culturistas más importantes de Yucatán.
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Ha entregado 18 largos años a esta disciplina, la cual comenzó como práctica alternativa, pues como ha manifestado, su primer amor fue el atletismo; sin embargo, con tantas lesiones que éste le implicó, prefirió emigrar a otro deporte.
“A los 17 años comencé a dedicarme al 100 por ciento al fisicoculturismo. Todo empezó por el atletismo, el cual yo practicaba desde muy pequeño, asistiendo a eventos nacionales”, señaló en exclusiva al POR ESTO!
“Como atleta arranqué a hacer un poco de pesas, lo que me encantó, sobre todo porque siempre quise tener el abdomen marcado. Esto lo comencé a hacer a los 14 años, pero sólo lo realizaba como complemento de los entrenamientos de atletismo”.
No obstante, un escape de las lesiones fue para él, el gimnasio, donde se refugiaba cuando sufría algún daño físico, esto para mantenerse activo sin la posibilidad de perjudicarse aún más.
“Así estuve durante un tiempo hasta que, de plano, cuando me preparaba para un evento importante, volvió a surgir las lesiones, eso ya me desanimó y me alejó del atletismo, acercándome todavía más a al mundo de las pesas”.
Ese fue el momento que le cambió la vida y lo encaminó al deporte en el que se ha convertido en un atleta dominante del Estado, al grado de ser ya un competidor profesional.
“El comienzo fue difícil, me metí al gimnasio con todo, de lunes a sábado entre tres o cuatro horas por sesión. La verdad no sabía cómo hacer las cosas en esa época, sólo hacía lo que veía en las rutinas de los otros”.
Todo cambió en el momento en que un entrenador, cuando tenía 17 años, lo invitó a competir, a prepararlo con la mira puesta en esa primera competencia.
“Mi primera competencia fue Mr. Playa en el 2003 donde enfrenté a grandes rivales. Me acuerdo que estaba en su momento Frank López, quien semanas después fue al Mr. México. Lo mejor de todo es que gané”.
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CC