México empató sin goles ante Polonia, ayer en la primera jornada del grupo C del Mundial, en un duelo en el que fue determinante el arquero Memo Ochoa, que detuvo un penal lanzado por Robert Lewandowski.
Con este resultado la llave queda liderada por la cenicienta Arabia Saudita, que dio el gran golpe en el Mundial al ganar 2-1 a Argentina, seguida por México y Polonia.
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En el Stadium 974, ante 40 mil espectadores, prácticamente una marea verde de hinchas del Tri, el Memo alargó su leyenda mundialista con una atajada ante la efectiva estrella del Barcelona.
Como Maradona o Sócrates: Cezslaw
“Estoy contento de haber parado el penal y me alegra haber mantenido la puerta en cero”, dijo el arquero, de 37 años, elegido jugador del partido.
Todo pudo bascular en ese minuto 54 cuando Lewandowski recibió en el área y sacó petróleo. Disputó un balón con Héctor Moreno, que acabó por derribarlo y el árbitro señaló penal tras consultar el VAR.
El delantero del Barcelona no estrenó su casillero en los Mundiales porque se encontró con una gran estirada de Ochoa.
“Estas cosas a veces pasan, hay jugadores excepcionales que fallan penales, Maradona, por ejemplo, o Sócrates”, señaló el seleccionador polaco Czeslaw Michniewicz.
En un duelo áspero, México elaboró, propuso y utilizó bien sus recursos, con Luis Chávez y Alexis Vega en un poderoso flanco izquierdo del ataque y el Chucky buscándose la vida como podía en el derecho.
“Fue un partido donde en el primer tiempo lo buscamos mejor, lo controlamos. Creo que merecimos irnos con algún tipo de ventaja”, analizó el seleccionador Gerardo Martino. “En el segundo tiempo se emparejó el partido, ya no tuvimos tantas llegadas claras”.
Del Tricolor fueron prácticamente todas las ocasiones, con un Héctor Moreno (5’) que remató alto un centro desde la izquierda.
Luego el otro Héctor Herrera, irrumpió por la misma banda y su centro templado lo remató con el hombro Alexis Vega. El balón salió lamiendo uno de los postes (26).
México parecía encontrar el camino y Luis Chávez sirvió con magisterio al espacio para que Jesús Gallardo se enredara con el arquero Wojciech Szczesny. El lateral izquierdo estuvo a punto de salir ganador (28’).
A falta de trabajo, Guillermo Ochoa, con el brazalete de capitán en su quinto Mundial, aprovechaba cuando hacía circular el balón para pedir calma a los suyos, ansiosos sobre todo en los primeros compases.
Polonia, cuyo seleccionador había avisado que el juego de su equipo se basaba en la practicidad, intentaba llegar con un pelotazo o combinando, según lo desmandara el momento.
Pero el objetivo era claro, que Lewandowski recibiera lo más cerca del área posible. El Tri tenía bien estudiada la lección y ahogó a la estrella del Barcelona, con la ayuda de Héctor Herrera, que descendía unos metros para auxiliar a su zaga.
Al filo del descanso el partido era completamente mexicano. ‘¡Ole, ole!’ se escuchaba en las gradas mientras el grupo de Martino cercaba al equipo europeo con una circulación rápida y precisa.
Szczesny firmó su primera parada de cierto nivel (45’) en un disparo poderoso de Jorge Sánchez.
El Tri se fue al descanso con más posesión, más precisión en los pases y más tiros que Polonia, pero sin acertar.
Tras el penal atajado por Ochoa, los jugadores mexicanos retomaron la conquista, impulsados por los suyos, que gritaban ‘¡Memo, Memo!’.
En la última media hora la mejor ocasión la tuvo Edson Álvarez con un disparo que peinó Henry Martín. Respondió bien Szczesny (63’).
Martino dio entrada a Raúl Jiménez, Carlos Rodríguez y Uriel Antuna para agitar al Tri, que se quedó sin premio al buen partido que firmó.
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JG