El Barcelona, con una inspirada actuación del brasileño Raphinha, dio un gran paso para reconquistar LaLiga Santander al dispararse con ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid gracias a su clara victoria sobre el Sevilla por 3-0 y a la derrota del equipo de Carlo Ancelotti en Mallorca (1-0).
Queda prácticamente toda la segunda vuelta con muchos puntos por delante, pero la brecha abierta por el equipo de Xavi Hernández cobra una dimensión trascendente ante lo errático del juego y los resultados de su eterno rival.
Falló el Real Madrid en su viaje a Palma en el primer partido de la sesión dominical de la vigésima jornada; y no perdonó el Barcelona ante un Sevilla que se pertrechó atrás y que resistió poco menos de una hora en un campo donde no gana en el torneo liguero desde diciembre de 2002.
El técnico argentino Jorge Sampaoli pobló el centro del campo para tratar de minimizar el juego de los azulgrana y alcanzó su objetivo hasta que el marfileño Franck Kessie, que reemplazó a los ocho minutos al lesionado Sergio Busquets, se inventó un gran pase a Jordi Alba para acabar con la resistencia del Sevilla y del meta marroquí Yassine Bono, que en el primer periodo abortó un par de opciones del polaco Robert Lewandowski.
Otro gran pase de Raphina a Gavi (m.70) cercenó cualquier amago de reacción de un Sevilla que sigue viendo demasiado cerca la zona roja y cerró el quinto triunfo consecutivo de un Barcelona lanzado hacia la corona que puso la guinda con el tercero, obra del brasileño, el mejor del partido (m.79).
Tras la undécima jornada el Real Madrid comandaba el campeonato con 31 puntos tras diez victorias y un empate. Su ventaja era de tres puntos. Desde entonces el cambio del decorado ha sido radical. El parcial desde entonces es esclarecedor a favor del Barcelona: 25-14. Y entre las bajas, el estado de forma de algunos jugadores en la escuadra de Ancelotti y el calendario, todo fluye a favor de los azulgrana.
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