Una ola de violencia sin precedentes sacudió el futbol guineano este fin de semana, cuando lo que comenzó como un partido local en la ciudad de N'Zérékoré se convirtió en una de las mayores tragedias en la historia del deporte africano.
Los servicios médicos locales confirmaron a la agencia AFP un número superior al centenar de víctimas mortales, consecuencia de una serie de acontecimientos que se desencadenaron al finalizar el encuentro. La tragedia comenzó cuando un grupo de aficionados intentó invadir el terreno de juego tras el silbatazo final, provocando una estampida que desató el caos en las instalaciones deportivas.
Lo que inicialmente fue un intercambio de insultos y agresiones verbales entre las aficiones rivales en las gradas, escaló rápidamente a un enfrentamiento físico generalizado. La situación se agravó cuando algunos espectadores comenzaron a arrojar objetos al campo, generando una reacción en cadena que las fuerzas de seguridad presentes no pudieron contener.
Los equipos de emergencia que acudieron al lugar se encontraron con un escenario devastador. Numerosas víctimas fueron trasladadas a centros hospitalarios cercanos, donde desafortunadamente muchas llegaron sin vida debido a la gravedad de las lesiones sufridas durante los disturbios y la posterior estampida.
Las autoridades locales han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas de la tragedia y establecer responsabilidades. Este incidente se suma a una preocupante lista de tragedias similares en el fútbol africano, planteando serias interrogantes sobre los protocolos de seguridad en eventos deportivos de la región.