Aleksandr Bublik se volvió loco durante su partido de primera ronda en el Masters 1000 de Monte-Carlo, pues al encontrarse abajo en el marcador frente a Borna Coric, el tenista kazajo le dio su raqueta a una ball boy para que se 'jugara' un punto por él.
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Si bien el kazajo nos tiene acostumbrados a las salidas de tono y las bromas en pista, este tipo de chascarrillos se suelen dar en partidos de exhibición, no en encuentros oficiales y, muchos menos, dentro de certámenes de este calibre.
Ocurrió en el inicio del segundo set, cuando sacaba con 6-1 y 1-0 en contra para tratar de forzar el tercero y se 'cansó' de jugar. Fue entonces cuando tuvo la ocurrencia de cederle la raqueta a una recogepelotas.
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El gesto gustó al público, pero quizás no demasiado al juez de silla y a su rival, lanzado a por una victoria cerrada finalmente por un doble 6-1. Y es que, como se mencionó antes, este tipo de bromas no son habituales en los partidos oficiales.
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SP