Un controvertido incidente de espionaje ha sacudido los Juegos Olímpicos de París 2024, resultando en la suspensión de Beverly Priestman, entrenadora de la Selección Canadiense de futbol femenil, y parte de su cuerpo técnico. Este escándalo ha ensombrecido la participación de Canadá en el torneo olímpico, a pesar de su victoria 2-0 contra Nueva Zelanda.
¿Cuál fue el problema?
Beverly Priestman, la entrenadora Jasmine Mander y el analista Joseph Lombardi fueron acusados de utilizar un dron para espiar un entrenamiento de la Selección de Nueva Zelanda.
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La Federación Canadiense de Futbol suspendió a Priestman y a los involucrados para el resto de los Juegos Olímpicos. FIFA ha abierto una investigación sobre los tres acusados.
Andy Spence tomará el mando de la Selección Femenina Canadiense durante el resto del torneo olímpico, mientras que Joseph Lombardi, el miembro no acreditado del equipo, fue condenado a ocho meses de cárcel (sin ingreso en prisión) por su papel en el incidente.
Este evento ha generado una crisis en el equipo canadiense y plantea serias cuestiones éticas en el deporte olímpico. La decisión de la Federación Canadiense de suspender a su propio personal demuestra la gravedad con la que se está tomando el incidente.