La final de la Supercopa de Arabia Saudita 2024 entre Al-Hilal y Al-Nassr concluyó con un resultado sorprendente y una actuación agridulce de Cristiano Ronaldo. El encuentro, disputado en el Prince Sultan bin Abdulaziz Sports City ante cerca de 25 mil espectadores, terminó con una contundente victoria de 4-1 para Al-Hilal, dejando a CR7 y su equipo sin un trofeo importante por segunda vez en menos de dos meses.
El partido comenzó de manera prometedora para Al-Nassr y su estrella portuguesa. Cristiano Ronaldo, demostrando que a sus 39 años sigue siendo un depredador en el área, abrió el marcador tras aprovechar un excelente servicio de Abdulrahman Ghareeb. Este gol, que parecía encaminar a Al-Nassr hacia el título, recordó la actuación de CR7 en las semifinales y por un momento hizo soñar a los aficionados con la victoria.
Sin embargo, el sueño se convirtió rápidamente en pesadilla para Ronaldo y su equipo. La dupla serbia del Al-Hilal, compuesta por Aleksandar Mitrovic y Sergej Milinkovic-Savic, se encargó de dar vuelta al marcador de manera contundente. Mitrovic, en una actuación estelar, anotó un doblete, mientras que Milinkovic-Savic también dejó su huella en el marcador. El cuarto gol de Al-Hilal, cuyo autor no se especifica en la información proporcionada, selló la goleada y la humillación para Al-Nassr.
La frustración de CR7
A medida que el partido se iba escapando de las manos del Al-Nassr, las cámaras captaron la creciente frustración de Cristiano Ronaldo. El portugués, conocido por su intensidad competitiva y su deseo insaciable de ganar, comenzó a mostrar signos visibles de molestia hacia sus compañeros de equipo. Según los reportes, CR7 hizo gestos y expresiones faciales que sugerían que consideraba que sus compañeros no estaban a la altura del desafío, llegando incluso a insinuar que parecían "dormidos" en el campo.
La derrota en la Supercopa representa un duro golpe para las aspiraciones de Cristiano Ronaldo y Al-Nassr. Es el segundo tropiezo importante en un corto período, lo que inevitablemente generará preguntas sobre la capacidad del equipo para competir al más alto nivel en el fútbol saudí. Para CR7, quien llegó a Arabia Saudita con la intención de seguir sumando títulos a su impresionante palmarés, esta final perdida es un recordatorio de que, incluso para un jugador de su calibre, los triunfos no están garantizados.
AG