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El mundo del baloncesto está de luto tras el fallecimiento de Alvin Attles, leyenda de los Golden State Warriors y miembro del Salón de la Fama de la NBA, a los 87 años. La noticia fue confirmada este miércoles por la franquicia de la Bahía de San Francisco, donde Attles dejó una huella imborrable durante más de seis décadas.
Attles, nacido en Newark, Nueva Jersey, fue seleccionado por los entonces Philadelphia Warriors en el Draft de 1960, marcando el inicio de una carrera que lo vería no solo como jugador, sino también como entrenador y figura clave en la organización de los Warriors.
Durante sus 11 temporadas como jugador, Attles promedió 8,9 puntos, 3,5 rebotes y 3,4 asistencias por partido. Su carrera como jugador coincidió con el traslado histórico de la franquicia de Philadelphia a San Francisco en 1962, siendo testigo y partícipe de un momento crucial en la historia del equipo.
La transición de Attles de jugador a entrenador fue fluida y exitosa. En la temporada 1970-1971, asumió el doble papel de jugador-entrenador, antes de dedicarse completamente a dirigir el equipo hasta 1983. El punto culminante de su carrera como entrenador llegó en 1975, cuando lideró a los Warriors a su primer título de la NBA desde el traslado a California.
"Alvin deja un profundo legado en el mundo del baloncesto y en la comunidad del área de la Bahía, pero especialmente como hombre de familia y ser humano", expresó la franquicia en su comunicado, reflejando el impacto que Attles tuvo más allá de las líneas de la cancha.
AG
