Guillermo Ochoa, el emblemático guardameta mexicano, ha lanzado un mensaje claro a la dirección técnica de la selección mexicana encabezada por Javier Aguirre y Rafa Márquez: a sus 39 años, aún tiene la mira puesta en el Mundial 2026. Esta declaración llega en un momento crucial de su carrera, coincidiendo con su presentación oficial como nuevo jugador del AVS de la Liga de Portugal.
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El veterano portero, con un impresionante récord de 151 internacionalidades con el Tri, no ha sido convocado desde que Aguirre y Márquez tomaron las riendas del equipo nacional en julio. Sin embargo, lejos de darse por vencido, Ochoa ha decidido dar un giro a su carrera fichando por un club portugués, una liga que describe como de "muy buen nivel" basándose en las experiencias de sus compatriotas Héctor Herrera y Raúl Jiménez.
La elección de Portugal no es casual. En un momento en que muchos jugadores de su edad optan por ligas menos competitivas o incluso por el retiro, Ochoa ha decidido desafiarse a sí mismo en una de las ligas europeas más respetadas. Esta decisión podría interpretarse como un movimiento estratégico para mantenerse en el radar de la selección nacional, demostrando que aún puede competir al más alto nivel.
Durante su presentación con el AVS, Ochoa dejó claro que se siente "bien, física y mentalmente" para contribuir tanto a su nuevo club como a la selección mexicana. Esta declaración no solo refleja su confianza en sus propias capacidades, sino que también lanza un guante a los seleccionadores mexicanos, recordándoles que su experiencia y forma física aún pueden ser valiosas para el equipo nacional.
El último partido de Ochoa con la selección mexicana fue la final de la CONCACAF contra Estados Unidos el 25 de marzo, donde México cayó 0-2. Desde entonces, su ausencia en las convocatorias ha sido notoria, especialmente considerando su estatus de leyenda en el fútbol mexicano. Sin embargo, lejos de aceptar este aparente declive, Ochoa ha decidido reinventarse en Europa.
La aspiración de Ochoa de llegar al Mundial 2026 no es un objetivo menor. Si lo lograra, sería su sexta Copa del Mundo, un logro extraordinario que lo colocaría en un selecto grupo de jugadores en la historia del fútbol mundial. El hecho de que el torneo se celebre en Norteamérica, con México como uno de los países anfitriones, añade un significado especial a esta meta personal.
El portero mexicano, que comparte edad con estrellas como Cristiano Ronaldo y Luka Modric, destaca que su aportación al AVS no se limitará solo a su desempeño en la cancha. Ochoa enfatiza la importancia del "ejemplo de trabajo" que los jugadores más experimentados pueden ofrecer, sugiriendo que su liderazgo y ética profesional serán tan valiosos como sus habilidades bajo los tres palos.
La situación de Ochoa plantea un interesante dilema para el cuerpo técnico de la selección mexicana. Por un lado, existe la necesidad de renovar el equipo y dar oportunidades a nuevos talentos. Por otro, la experiencia y el liderazgo de un jugador como Ochoa, especialmente en torneos de la magnitud de un Mundial, son difíciles de reemplazar.
Mientras tanto, Ochoa se enfrenta al desafío de adaptarse rápidamente al fútbol portugués y mantener un alto nivel de rendimiento. Su capacidad para destacar en esta nueva etapa podría ser crucial para convencer a Aguirre y Márquez de que aún tiene mucho que ofrecer a la selección mexicana.
AG