La justicia mexicana marcó un punto de inflexión en el caso de la Cooperativa Cruz Azul al vincular a proceso a Guillermo "Billy" Álvarez Cuevas, quien fuera su máximo dirigente. El juez de control Enrique Beltrán Santés, en el Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, determinó esta medida tras analizar los cargos por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La investigación, que abarca el período 2011-2017, señala a Álvarez como presunto líder de una red dedicada al desvío de recursos mediante empresas fantasma. Su detención, ejecutada el 16 de enero por la Fiscalía General de la República (FGR) en la Ciudad de México, pone fin a casi cuatro años de evasión de la justicia, período durante el cual el exdirectivo permaneció prófugo.
Durante su comparecencia ante el juez, Álvarez Cuevas sorprendió al declararse "preso político", solicitando la "benevolencia" del sistema judicial mexicano. Esta postura contrasta con la gravedad de las acusaciones que enfrenta, las cuales llevaron a su reclusión en el penal de máxima seguridad del Altiplano.
La FGR cuenta ahora con un plazo de cuatro meses para completar la investigación, mientras el exdirectivo permanece en custodia. Este proceso representa un capítulo significativo en la historia de una de las cooperativas más emblemáticas de México, cuya reputación se vio severamente afectada por estas acusaciones de corrupción institucional.