En la calurosa ciudad de Hermosillo, Sonora, nació el 12 de abril de 2007 quien podría convertirse en el próximo mexicano en llegar a la élite del baloncesto mundial. Karim López, un joven de 17 años y 2.02 metros de altura, está abriendo camino en las canchas internacionales con un objetivo claro: alcanzar la NBA, la liga de baloncesto más importante del planeta.

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El talento de Karim no es casualidad. El baloncesto corre por sus venas gracias a su padre, Jesús Hiram López, quien fue pieza fundamental de la Selección Mexicana que consiguió la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, uno de los logros más significativos en la historia del baloncesto mexicano.
"Desde siempre lo he jugado, desde que recuerdo, desde que nací y por él", comenta Karim sobre la influencia de su padre en su pasión por el baloncesto. Aunque probó otros deportes como el taekwondo y el fútbol durante su infancia, fue el baloncesto el que finalmente capturó su corazón y su futuro.
Los últimos tres años han sido determinantes en la carrera de López. Tras destacar en México, dio el salto internacional para jugar dos temporadas en España con el Club Joventut Badalona, una de las canteras más reconocidas del baloncesto europeo. Posteriormente, cruzó el mundo para unirse a los New Zealand Breakers de la National Basketball League de Australia, donde actualmente desarrolla su talento a más de 11 mil kilómetros de su Sonora natal.
Su proyección internacional no se ha limitado a clubes. Karim representó a México en el Centrobasket Sub-15 en 2022 y, en un hecho destacable para alguien de su edad, ya ha tenido participación con la selección mayor en el torneo de clasificación para los Juegos Olímpicos FIBA 2024.
Este impresionante currículum a tan temprana edad ha captado la atención del programa Next Stars, iniciativa de desarrollo de jugadores de la NBA, que lo ha catalogado como uno de los principales prospectos para el Draft 2026, cuando Karim tendrá 19 años y podría dar el paso definitivo hacia la mejor liga del mundo.
"A corto plazo, estoy sin temporada por el momento así que mejorar mucho para la siguiente temporada, a medio puede ser que la siguiente temporada hacerlo muy bien con respecto a la pasada y a largo plazo llegar a la NBA", explicó el joven basquetbolista sobre sus objetivos inmediatos y futuros, mostrando una madurez poco común para su edad.
El camino no ha sido fácil. Adaptarse a diferentes culturas, sistemas de juego y estar lejos de casa representa un desafío para cualquier adolescente. Sin embargo, Karim ve su experiencia internacional como una oportunidad única: "He evolucionado bien, he trabajado bastante duro y por eso creo que mejoro cada año y cada día. Espero seguir así".
Representar a México en el extranjero es algo que López lleva con especial orgullo. "Es un orgullo siempre estar fuera del país y representar a México, siempre tienes que representarlo con más orgullo, con más ganas y demostrar como lo hacen los mexicanos", afirmó el sonorense, quien sigue los pasos de su padre al vestir la camiseta nacional.
Sobre su experiencia con la Selección Mexicana, Karim no esconde su emoción: "Fue muy bonito, fue un orgullo, una de las mejores sensaciones que puede haber, siempre me da felicidad y siempre tengo ganas de representarlo con todo el cariño y el amor".
El basquetbol mexicano, que históricamente ha enfrentado dificultades para posicionar jugadores en la élite mundial, encuentra en Karim López una esperanza renovada. Su combinación de altura, juventud, experiencia internacional y linaje baloncestístico lo posicionan como uno de los talentos más prometedores surgidos de México en los últimos años.
Si el desarrollo de López continúa su trayectoria ascendente, México podría celebrar en 2026 la llegada de uno de sus hijos a la mayor liga de baloncesto del mundo, abriendo puertas para futuras generaciones y poniendo al país en el mapa del baloncesto de élite a nivel global.
AG