El director estadounidense Damien Chazelle inauguró el Festival de Venecia hace dos años con la atronadora ovación a su musical La La Land. Sin embargo, no consiguió entusiasmar al público con su aventura espacial First Man, que también levanta el telón del certamen italiano.
Sí, la acogida no ha sido calurosa, pero la cinta que narra la llegada del primer hombre a la Luna, una gesta de hace casi 50 años, y que protagoniza el actor canadiense Ryan Gosling, ha sido ensalzada por la forma en la que el realizador narra el vértigo, la angustia y el dilema de aquella aventura hacia un horizonte desconocido que protagonizaron los astronautas del Apollo 11 en 1969, liderados por Neil Armstrong.
Lo que sí hay que reconocer a Chazelle es que casi consigue meterle el casco y el traje espacial al espectador, hacer que sienta dentro de esa angosta y claustrofóbica cabina de las naves de lanzamiento y pase por todas las situaciones de ansiedad, temor, incertidumbre y desasosiego que también vivieron los astronautas que viajaron al espacio y nunca sabían si iban a volver.
Todas esas sensaciones consigue captarlas a través de un estudiado sonido, primeros planos de los personajes e impactantes secuencias como la del alunizaje.
El cineasta estadounidense, que con 34 años y cuatro películas ya tiene a Hollywood rendido y a Steven Spielberg a su servicio como productor, explicó que cuando él nació ya era una realidad irrefutable la presencia del hombre en la Luna, nadie cuestionaba que eso se pudiese conseguir y lo que atrajo de esta historia era mostrar paso a paso como se hizo realidad "esa fantástica idea y los costes humanos" que conllevó, pues hubo numerosas pérdidas de vidas.
Si para La La Land aprendió a tocar el piano, Gosling, que se mete en la piel de Armstrong, aprendió a pilotar aviones para este trabajo. Cuando el instructor le pidió que tomara el mando de la nave, se dio cuenta porqué Armstrong había sido uno de los grandes pilotos. Recordó además que el astronauta probaba aviones y era capaz de arriesgar por el bien de la ciencia.
Basada en el libro de James R. Hansen (First Man: The Life of Neil A. Armstrong) y con un guion de Josh Singer, la pluma detrás de las exitosas Spotlight o Los papeles Pentágono , Gosling se documentó además con la mujer, los hijos y familiares directos del astronauta para dar un versión más veraz de la persona y no del icono nacional.
"Creo que Neil era una persona extremadamente humilde y una vez y otra vez trasladaba la atención a las 400 personas que hicieron posible la misión asegurando que él era solo la punta del iceberg", explicó en rueda de prensa el actor de 37 años.
"No creo que Neil se viese como un héroe americano", añadió el canadiense. "Nosotros quisimos hacer un homenaje a Neil", insistió el actor sobre el ingeniero brillante fallecido en 2012, un hombre volcado en su trabajo y que no pudo evitar que su hija muriera de una enfermedad, pero que viajó al espacio hasta un lugar donde ningún ser humano había estado antes, que vio como varios de sus compañeros perecieron en los ensayos y las pruebas previas de lo que sería un acontecimiento histórico, "un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad".
Gosling, que conoció a Chazelle en un principio para hacer este trabajo, pero finalmente hicieron primero el musical La La Land , destacó del director que no solo tiene un instinto increíble para lo que audiencia quiere ver sino para unir a la gente en torno a una película.
El desempeño de Gosling se apuntala además en un amplio reparto para el que Chazelle se ha fijado en numerosos actores de series de televisión, como Claire Foy, la reina Isabel II en The Crown y que en esta ocasión encarna a la esposa de Armstrong, o Corey Stoll (House of Cards), entre otros.
Mención aparte merece también la banda sonora de Justin Hurwitz, el músico que firmó los trabajos anteriores de Chazelle, las personalísimas Whiplash y La La Land , y que ahora vuelve a brillar en sus intervenciones.
First Man levanta el telón de una muestra cinematográfica que a lo largo de diez días mostrará 21 películas a concurso, entre ellas la del propio Chazelle, cuyas aspiraciones tal vez estén puestas ahora sobre todo en el Oscar, esa estatuilla que se le concedió por error con La La Land , convirtiéndole en protagonista de una de las pifias más sonadas de Hollwywood. VENECIA, Italia (DPA)