El realizador de The Revenant señala que el cine necesita “más contemplación, un poco más de paciencia”, así como urge la necesidad de que las películas sean “más misteriosas, más impenetrables, más poéticas, más surgidas del alma”.
Madrid, 20 agosto (SinEmbargo).- Alejandro González Iñárritu recibió durante el pasado Festival de Cine de Sarajevo el Corazón de Honor , un galardón que reconoce su trayectoria como realizador. Y, al recibir el premio, el director mexicano advirtió que la senda que sigue el cine está siendo dictaminada por la narrativa televisiva, lo que está convirtiendo al séptimo arte en “una orgía de intereses” y “una prostituta”.
Según las declaraciones que el encargado de Birdman hizo a Variety , el cine es “la forma de arte más importante del mundo”, pero también es “una orgía de intereses con principios poéticos que duermen en la misma cama, al mismo tiempo que una prostituta que quiere cobrar”.
El realizador de The Revenant señala que el cine necesita “más contemplación, un poco más de paciencia”, así como urge la necesidad de que las películas sean “más misteriosas, más impenetrables, más poéticas, más surgidas del alma”. “El lenguaje está cambiando, la necesidad de argumento y narrativa es tanta que está empezando a deformar la forma en la que podemos explorar temas”, reflexionó.
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Mientras que en el pasado las películas “exploraban diferentes formas de contar historias, intentando hacer evolucionar al lenguaje”, la actualidad es bien distinta para Iñárritu. “Todo eso está desapareciendo, ahora todo son películas que esperan ser un éxito. A eso se suma la experiencia de la televisión en streaming”, indicó.
En base a esto, “la audiencia es cada vez más impaciente”, señaló Iñárritu, que defiende a quienes llama los “poetas radicales”. “Cada vez hay creadores más radicales. Y ahora lo radical es no mover la cámara, que no haya narrativa ni argumento”, explicó.
LA DICTADURA DEL ALGORITMO
Reflexionando también sobre el estado de la industria cinematográfica, el director lanzó un dardo directo a los grandes estudios, “los mercenarios del dinero”, tal y como los nombró. Mientras que el cine, para muchos, es “una forma artística para expresar una visión personal del mundo, para otros es sólo entretenimiento, es sólo un medio para hacer dinero, en definitiva, una industria”.
Iñárritu también se refirió a la “dictadura del algoritmo”, un problema que también preocupa al realizador mexicano. Un conflicto difícil de abordar, dada la gran cantidad de proyectos que pueden salir adelante gracias al streaming, como es el caso de The Irishman , la nueva película de Martin Scorsese, o la exitosa Roma , de su compatriota Alfonso Cuarón.
“Los servicios de streaming están gestionados por algoritmos diseñados para alimentar a la gente con lo que le gusta”, comenzó, advirtiendo que esto “estrecha los gustos”. “Cuando hacemos elecciones, nos dan más de lo que hemos buscado. El problema es que los algoritmos son muy inteligentes pero no son creativos, y no saben lo que la gente no sabe que le gusta”, concluyó.
Por Europa Press