Para conseguirla, Homero y compañía se impusieron a otros nominados como “Bob’s Burguer”, “Big Mouth”, el capítulo final de Hora de aventuras y Bojack Horseman , a priori la gran favorita por su capítulo “Free Churro”. Sin embargo, éste acabó sobre la serie más longeva de la televisión, que acumula ya 34 Emmys de un total de 92 nominaciones.
Madrid, 15 de septiembre (ElDiarioes).– A punto de cumplir 30 años en antena -lo harán el próximo 17 de diciembre-, Los Simpson siguen sumando premios a su palmarés. Los Creative Arts Emmy Awards, antesala de la gala principal del 22 de septiembre, reconocieron a la veterana ficción de Fox con el premio a la mejor serie animada por el capítulo “Mad About the Toy” (“Loco por el juguete”).
Este episodio es el 11 de la temporada 30, como precisamente 11 eran los años que la serie de Matt Groening llevaba sin alzarse con la estatuilla, a su vez la onceava de su historia en la categoría.
Para conseguirla, Homero y compañía se impusieron a otros nominados como “Bob’s Burguer”, “Big Mouth”, el capítulo final de Hora de aventuras y Bojack Horseman , a priori la gran favorita por su capítulo “Free Churro”. Sin embargo, éste acabó sobre la serie más longeva de la televisión, que acumula ya 34 Emmys de un total de 92 nominaciones.
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ASÍ ES “MAD ABOUT THE TOY” EL CAPÍTULO PREMIADO DE LOS SIMPSON
En este capítulo, tal y como recoge Comicbook , Homero y Marge celebran su aniversario dejando a los niños a cargo del abuelo. Mientras están con él, Lisa y Bart descubren que, durante su juventud, Abe fue modelo de soldados de juguete. También que podría haber perdido millones de dólares en derechos de imagen.
Finalmente, lo único que consiguen de la empresa juguetera es un viaje con los gastos pagados a Nueva York. Y es durante el mismo cuando el abuelo recuerda que, durante sus años de modelo, un fotógrafo llamado Philip Hefflin le besó.
Temiendo que el fotógrafo hubiera perdido su trabajo por este hecho, Abe y la familia se ponen manos a la obra para dar con Philip, al que terminan encontrando en Texas. Durante su encuentro, el fotógrafo explica al abuelo que no solo no perdió el trabajo, sino que ese beso le ayudó a empezar a mostrarse tal y como es. De ahí que Abe se lo devolviera antes de despedirse por última vez.