Casi 45 millones de visualizaciones acumula en apenas un mes Perdiendo la cabeza, el videoclip del último sencillo de Carlos Rivera (Huamantla, México, 1986) junto a Becky G y Pedro Capó. Un giro estilístico que le acerca un poquito a la música urbana, aunque sin pasarse de frenada.
“Es una canción un poco distinta”, concede a Europa Press, y añade: “Pero los tres nos sentíamos cómodos porque ninguno pierde su estilo. La considero una canción pop, para nada urbana, porque es así como suena el pop ahora. Incluso Ed Sheeran, todos están usando estos sonidos”.
Por eso, explica que básicamente lo que quería era “algo más divertido” para poder “bailar un poco” más: “A mí me gusta mucho bailar y, aunque tengo canciones en las que bailo en los conciertos, me hacían falta más canciones así. Además, los tres nos conocemos, no es una colaboración forzada de esas que cada uno graba por su lado. Yo mismo tengo artistas con lo que hice duetos y no conocí”.
Remarca en este punto el mexicano la pujanza de la música en español en un momento en el que “se han abierto muchísimas puertas” gracias al trabajo hecho en su día por “Ricky Martin, Shakira o Enrique Iglesias”. “Antes teníamos que adaptarnos nosotros al idioma para universal para llegar al mundo entero, pero ahora el mundo está cantando y bailando en español”, remarca.
Asimismo, señala que “más allá del idioma es un ritmo el que está llegando a todo el mundo”, por lo que apuesta por “no dejar que se cierre esta puerta”. Y apostilla que todos los que, como él, hacen otros géneros que no son urbanos, tienen también “esa posibilidad de llegar” a público de todo tipo con sus canciones.
Por eso, confiesa que le encantaría llegar a más países que no sean de habla hispana, “sobre todo en Europa”, donde apuesta por expandirse “hacia Italia o Portugal, que son como los inmediatos”. “Hoy con los datos que te dan las plataformas digitales, te das cuenta de que igual tienes 30,000 oyentes en Alemania, donde no se habla español. Y te escucha allí más gente que en países de habla hispana”, plantea.
Su etapa con Guerra
Aunque lleva más de quince años en la música -con el reality show mexicano La Academia como plataforma en 2004 y luego participaciones en diversos musicales-, admite Carlos que su carrera ha tenido un punto de inflexión desde 2018 con el lanzamiento de Guerra, su quinto disco.
“Llega un momento en el que todo coincide. Vas por la calle y ves un cartel de un concierto, pones la radio y suena una canción”, explica, para luego apuntar que desde el lanzamiento del álbum ha dado 25 concierto en España en los últimos dos años.
“Solo en España en ocho años llevo más de 50 conciertos, que no es poco. Empezando por salas muy pequeñitas hasta llegar al WiZink Center y espacios más grandes”, recuerda, para indicar también que en Buenos Aires empezó “en un teatro de 700 personas y esta última vez fueron 15,000 personas en el Hipódromo de Palermo porque el Luna Park se queda pequeño”.
Remarca también su reciente recital en la Arena de Monterrey en formato 360 grados, donde congregó a 17,500 personas. “Son cosas que me empiezan a volar la cabeza”, bromea, al tiempo que subraya que esta aceptación se da en un momento en el que la música melódica y romántica que él hace “no es necesariamente lo que está sonando hoy”.
A su juicio, “España es el único país que sigue teniendo espacios para la música melódica” por su propia tradición, que propicia el auge de artistas como Pablo López, Vanesa Martín o Manuel Carrasco: “En España sigue existiendo ese espacio en la radio que permite que esto ocurra, pero en México y los demás países es cada vez más difícil porque casi todas las radios están en lo urbano”.
Abiertamente agradecido, defiende que en su éxito hay “mucho trabajo detrás”, aunque es consciente de que “igual hay muchos otros artistas que trabajan mucho y no les está pasando esto porque no tienen la oportunidad”. “Y lo que está pasando en Estados Unidos me parece una sorpresa enorme”, remata.
Gira española
El regreso a España de Carlos este año tendrá únicamente cuatro últimas paradas. A saber: Barcelona (12 de julio, Festival Jardins Pedralbes), Sancti Petri (26 de julio, Concert Music Festival), Madrid (27 de julio, Teatro Real, Universal Music Festival) y Marbella (1 de agosto, Starlite Festival).
Sin desmerecer ninguna de las fechas, sí que asegura que la cita en el Teatro Real “es uno de los sueños que tenía desde hacía mucho tiempo”, más aún por ser “el segundo mexicano de música no clásica después de Alejandro Fernández”. “He recorrido muchos teatros bellísimos de España pero este es emblemático y especial”, apunta.
Destaca, además, que el 1 de agosto cerrará su gira en Starlite en Marbella. Entonces, con el Tour Guerra habrán “hecho casi 150 conciertos” en España y América: “Desde Nueva York hasta el Calafate en la Patagonia argentina, desde Tijuana hasta Mallorca”. Y de cara al futuro cercano, devela que “por ahí parece que podría haber algo en Italia”, pero no saben ahora mismo “si el coronavirus lo permite”. “Parece que no pero esperemos que se mejore pronto todo”, indica. MADRID, España (EUROPA PRESS)