El ídolo puertorriqueño Chayanne regresó por la puerta grande a tierras mexicanas tras siete años de ausencia, ofreciendo un espectáculo magistral la noche del jueves 27 de febrero en el Palacio de los Deportes como parte de su gira internacional "Bailemos otra vez".
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Con una puntualidad poco común en conciertos de esta magnitud, el astro boricua apareció en escena poco después de las 21:00 horas, desatando inmediatamente una ola de euforia entre los 18 mil asistentes que colmaron el recinto, quienes respondieron poniéndose de pie para secundar la invitación implícita en el nombre de la gira.
Con un despliegue de energía envidiable, el intérprete de 56 años dominó cada centímetro del escenario ataviado con un provocador conjunto de pantalón de cuero y camisa negra brillante semitransparente. Acompañado por ocho bailarines que complementaban cada número con elaboradas coreografías y frecuentes cambios de vestuario, Chayanne no dio tregua durante las dos horas y media que duró el espectáculo. "¡Buenas noches mi gente bonita, qué placer tan grande estar con ustedes en México, lindo y querido! Muchísimas gracias por esta muestra de cariño, por esta bienvenida calurosa. Hacía mucho que no les veía la carita y estoy feliz de estar entre ustedes", expresó el artista conocido cariñosamente por sus fans como "El Torero".
El repertorio constituyó un recorrido por los éxitos que han cimentado su trayectoria de más de tres décadas, incluyendo clásicos como "Salomé", "Boom Boom", "Provócame", "Caprichosa", "Atado a tu amor", "Baila baila" y "Y tú te vas", coreados a pleno pulmón por un público entregado. La interacción con sus seguidores fue constante, bajando incluso a las primeras filas para saludarlos durante las baladas e improvisando momentos especiales como cuando tomó el teléfono móvil de una espectadora para grabar un video durante la interpretación de "Tu pirata".
El momento más comentado de la noche llegó durante la tercera parte del espectáculo, cuando Chayanne, ya ataviado con una camisa dorada transparente, respondió con humor y complicidad al ya tradicional grito de "¡Papi!" que resonó por todo el recinto. "Mis hijos los amo, están en mi corazón", contestó con una sonrisa, haciendo un guiño al popular meme que lo señala como "padre" de una generación de latinoamericanos.
AG