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Entretenimiento / Virales

Antropólogo Jorge Franco Cáceres  

Introducción

Luego de 36 años de saqueos y despojos económico-patrimoniales por todo México, dos compromisos sociales e históricos del Gobierno Democrático y los Poderes Republicanos de la Cuarta Transformación son la certificación y la evaluación de megaproyectos transnacionales, así como de programas municipales de presunto interés social.

A pesar de la existencia de consultoras privadas y consejos nacionales con presuntas funciones evaluatorias de los desempeños de los citados megaproyectos y programas locales, casi nada o muy poco se ha comunicado a la opinión pública sobre los impactos integrales que estos proyectos han ocasionado en los aspectos espacio-territoriales, medioambientales y socioculturales.

Si algo amerita certificación y análisis después de las dimensiones devastadoras que alcanzaron las concesiones económico-patrimoniales con las Reformas Estructurales, son los impactos de los megaproyectos de interés transnacional y los programas en las localidades municipales, y no los actuales Programas Sociales del Gobierno Federal.

Veamos a continuación lo que corresponde al Gobierno Democrático y los Poderes Republicanos para avanzar sobre la cuestión.

Megaproyectos, programas municipales e instancias de certificación y evaluación de impactos múltiples

No existe a la fecha ninguna instancia federal de certificación y evaluación de impactos múltiples de megaproyectos transnacionales y programas municipales, y menos se tienen índices de impactos integrales de unos y otros en las áreas estratégicas y las zonas vulnerables de México. Sin lugar a duda, altamente recomendable es contar con ellos antes de respaldar financieramente nuevos megaproyectos y destinar recursos públicos a programas municipales, sean estos de infraestructura, arquitectura, equipamiento, transporte, servicios o asistenciales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha anunciado la apertura de nuevos megaproyectos de interés transnacional en las áreas estratégicas: Nuevo Tren del Sureste, Corredor del Istmo de Tehuantepec, Refinería de Dos Bocas, etc., pero no se ha manifestado sobre la multitud de programas fallidos de operación municipal en las zonas vulnerables de México, tal como es el caso de la península de Yucatán en delicadísima situación de precariedad económica y abandono social. No cabe duda de que es conveniente que AMLO siga hablando de ambos ante los medios y la gente, pero dejando siempre en claro que los compromisos del Gobierno Democrático y los Poderes Republicanos de la Cuarta Transformación son con la certificación y la evaluación de los megaproyectos en marcha y los programas locales aún vivos.

Ya se habla en las regiones estratégicas de México de la aplicación en breve de los nuevos programas sociales que tienen el objetivo federal de mejorar las condiciones integrales de la población que padece pobreza extrema, la cual reside en las localidades más afectadas por los saqueos y despojos económico-patrimoniales de las empresas globales y los negocios transnacionales durante las últimas décadas. Las autoridades federales hablan de que más de 3,800 millones de pesos serán para beneficiar a una población objetivo de más de 1 millón 688,000 mexicanos de nueve entidades del país.

Por otro lado, se comparte también en las zonas vulnerables de Quintana Roo, Yucatán y Campeche sobre la puesta en marcha de los programas asistenciales del gobierno de AMLO: Pensión para Adultos Mayores, Jóvenes construyendo el Futuro, Pensiones para Personas con Discapacidad o Tandas para el Bienestar, entre otros, que serán los que se apliquen en los municipios, pero bajo control de delegados federales para garantizar sus entregas a los grupos destinados. Se han levantado censos y realizado registros con el propósito declarado de que ninguna persona en situación de carencia y abandono quede fuera de estos programas por manejos partidistas.

No obstante, seguimos sin instancias federales de certificación y evaluación de impactos múltiples de megaproyectos transnacionales y programas municipales en zonas marinas y costeras, campos petroleros y marinos, desarrollos turísticos e inmobiliarios, etc., pues el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, los Índices de Desempeño de Programas Sociales, la Comisión Intersecretarial del Cambio Climático, etc., no han servido para nada que sea integral en términos de beneficio económico-patrimonial a nivel nacional, sino para acreditar programas asistenciales de interés sectorial en las entidades regionales y las localidades municipales.

Así las cosas, las nuevas instancias federales de certificación y evaluación de megaproyectos transnacionales y programas municipales deben recurrir a la investigación avanzada y la planificación integral como puntales científicos y políticos para el desarrollo sostenible desde la aplicación de los programas oficiales. No habrá avances sustantivos contra la precariedad económica y el abandono social en las zonas vulnerables de México, mientras no prevalezcan la certificación y la evaluación de los megaproyectos transnacionales y los programas municipales, como recursos estratégicos para la planificación integral de políticas públicas para la restauración económico-patrimonial.

Se trata de políticas públicas de contenido social e interés privado que permitan revertir de modo sistemático los impactos múltiples del turismo, la industrialización y la urbanización sobre los paisajes culturales y los recursos naturales de México. Esto significa que el Gobierno Democrático y los Poderes Republicanos deben avanzar no solo en la generación de ingresos desde los megaproyectos regionales y la repartición de apoyos desde los programas federales, sino para la restauración de espacios-territorios, la recuperación de medios ambientes y la pervivencia sociocultural en las localidades municipales. A pesar de tantas críticas que recibió al respecto, nunca procedió el gobierno de Enrique Peña Nieto en ninguno de estos sentidos restauradores del equilibrio y potenciadores de la resiliencia económico-patrimonial.

Instrumentos de certificación e indicadores de evaluación de los megaproyectos transnacionales y los programas municipales

Otro objetivo institucional del Gobierno Democrático y los Poderes Republicanos de la Cuarta Transformación debe ser la integración operativa de los instrumentos de certificación y los indicadores de evaluación de los megaproyectos transnacionales y los programas municipales.

Para conseguirlo desde los sistemas evaluatorios de los daños patrimoniales y, en consecuencia, desde los proyectos restauradores de los paisajes culturales y los recursos naturales, se requiere perfeccionar los instrumentos de certificación y los indicadores de evaluación, para que estos midan los impactos múltiples de problemas crónicos y sucesos críticos de la transnacionalización turística, industrial y urbana bajo las actuales condiciones de cambio climático, y no se queden en reconocimientos públicos de acciones triviales de entregas compensatorias de bienes y servicios municipales.

Otro factor importante para la restauración económico-patrimonial en las áreas estratégicas y las zonas vulnerables de México, es la descentralización de la certificación y la evaluación de los megaproyectos transnacionales y los programas municipales; es decir, la ruptura con la actual política evaluatoria de los programas sociales que no significan nada sustantivo al desarrollo social de las comunidades locales. Sin lugar a duda, la coordinación interinstitucional es uno de los factores que debe mejorarse entre la federación y los estados para que proceda la certificación y la evaluación de los megaproyectos transnacionales y los programas municipales.

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