La Navidad ya está aquí, y con ella llegan a los hogares las tradiciones propias de esta época, como son colocar el arbolito navideño, junto con el nacimiento del niño dios y decorar casas, oficinas y calles con la flor de Nochebuena.
Sin embargo, el origen de estas tradiciones es poco conocido, pues datan desde el siglo pasado y están relacionadas con la religión.
El Árbol de Navidad
La colocación del árbol de Navidad se basa en un mito sobre el árbol de la vida de la mitología nórdica.
Esta leyenda fue utilizada por un evangelizador católico alemán en el siglo VIII, San Bonifacio, para introducir entre los pueblos del norte de Europa el culto cristiano.
Inicialmente consistió en un pino o ábeto de hojas perennes, que simbolizaba el amor eterno de Dios, adornado con manzanas, que recordaban el pecado original, y velas, representación de la luz que Cristo trajo al mundo.
Esta tradición fue mutando, pues actualmente no se colocan manzanas sino esferas de colores y luces.
El Nacimiento
Otra tradición característica de esta época es el nacimiento, que consiste en representar el alumbramiento de Jesús con figuras de porcelana u otros materiales.
Las primeras representaciones datan del siglo V, aunque se considera que uno de los más importantes motores para su popularización fue San Francisco de Asís.
Flor de Nochebuena
Po último, un elemento típico de esta temporada es la flor de Nochebuena, que originalmente era usada por los mexicas como símbolo de pureza y vida nueva para guerreros muertos.
En el siglo XIX, Joel Robert Poinsett, diplomático estadounidense destacado en México, la descubrió y exportó a Estados Unidos, donde se popularizó y extendió al resto del mundo como planta ornamental navideña.
LAF