Yucatán es conocido por su gastronomía, folclor y cultura, pero hablar de este estado es hacer referencia a la forma de hablar y de expresarse. Es mencionar aquellos modismos que se han popularizado entre propios y extraños.
Para muchas personas podría ser divertido escuchar hablar a yucateco, ya sea por el acento aporreado o por las formas tan diferentes de referirse a alguna cosa, en este caso el tan mencionado y buscado “negociante”, y no se refiere a la persona que realiza negocios. No.
Aunque pareciera extraño, el negociante no tiene una forma, color, ni mucho menos aspecto; el negociante puede ser todo, desde el control de la televisión hasta un automóvil.
El negociante surgió como una palabra para definir cualquier objeto, y es muy usado entre las mamás yucatecas, de quienes escucharás: “¡pásame el negociante!”, y como buen hijo tendrás que saber de qué está hablando.
Es decir, es usado para llamarle al objeto que por el momento se te olvidó el nombre, y para hacerlo más rápido pronuncias la palabra en una oración.
Así que ya sabes, cuando te digan “¡pásame el negociante!” en la entidad, debes estar atento a lo que se pide o mejor aún, fijarse en la mirada de la persona para no errar.
Por Redacción Digital Por Esto!
JG