Félix Sautié Mederos
DXXVIII
La imparable revolución científico-técnica del siglo xxi ha comenzado a cambiar totalmente las estructuras básicas de la sociedad mundial contemporánea. Especialmente las cambia con una intercomunicación en tiempo real de todo el universo terráqueo conocido, al punto de que, como se dice en muchos análisis al respecto, ha convertido a nuestro planeta en una “aldea global”. Se han superado para siempre los aislamientos que dificultaban sensiblemente la realización de esfuerzos comunes de la humanidad encaminados a la aceleración del desarrollo de nuestra especie en el largo espacio de tiempo que va desde las cavernas hasta el mundo de hoy, caracterizado por la computación, internet, la inteligencia artificial y los teléfonos celulares, que han dado al siglo xxi una singular característica quizás nunca antes soñada como tal.
Vivimos, pues, en una etapa en donde la tecnología creada por los seres humanos se nos adelanta a nuestro desarrollo biológico de tal forma que parecería que nos va a sustituir como especie. Vislumbro que los robots llegarán a poblar la tierra en un futuro que me parece lejano, pero que quizás se encuentra más cerca de lo que puedo pensar. Está por ver, en mi opinión, si los seres humanos podremos en definitiva, hacer valer nuestra condición de creadores de esa tecnología y realmente llegamos a dominarla en nuestro beneficio. Por lo pronto, tenemos que el eterno contrapunteo entre el bien y su antítesis el mal, nos plantea una jugada dañina en su uso y control. Eso está en el horizonte de posibilidades, en primer lugar, si no somos capaces de mover las conciencias colectivas de la sociedad mundial a favor del bien, que representan la justicia social, la ética por encima de todo y la paz entre nosotros.
Por el momento, en lo personal, observo algo que muchos otros seres humanos en todo el mundo que conocemos también lo están viviendo, algunos con más adversidad que otros, y es el dominio de la tecnología y de los avances que se han logrado en este siglo xxi por los poderosos de la tierra, que los utilizan para sus guerras de dominación.
Entre los inusitados avances de la tecnología y de la ciencia, siempre en movimiento en la actualidad, se encuentra la creación y desarrollo de las redes sociales como parte muy destacada de la tecnología de la internet. Redes virtuales de una comunicación en tiempo real como nunca antes, que se han convertido en vehículos idóneos para las agresiones en guerras clasificadas como de “cuarta generación”. Cuba es quizás uno de los países más afectados por esta utilización de las redes sociales por los poderosos de la tierra encabezados por el imperialismo norteamericano, en las que a diario circulan falsa informaciones fake news que denigran a nuestro proceso sociopolítico y van creando una matriz de opinión que nos es totalmente adversa.
En este orden de pensamiento, me propongo a continuación expresar brevemente algunas consideraciones que pienso son esenciales al respecto de un tema para mí de una gran importancia política e ideológica en el enfrentamiento al imperialismo. Lo he titulado “El papel de las redes sociales en la defensa del país”.
Según los especialistas, las redes sociales son hoy un soporte muy importante para que los ciudadanos con un celular como única herramienta sean capaces de reflejar la realidad en que están enclavados. Por otra parte, los más poderosos dueños del capital en el mundo han copado las redes sociales invirtiendo en ellas muy sofisticados recursos y cuantiosos financiamientos para imponer sus intereses neoliberales.
Hoy, desde las redes sociales, se ganan elecciones, se crean líderes serviles a los grandes intereses neoliberales, se crean las condiciones necesarias para crear y/o apoyar golpes de Estado, así como cambios de gobierno. Convierten a sus mentiras por repetición en verdades artificiales, que muchos se creen a pie juntillas (fake news). El presidente Donald Trump es quizás el más acabado ejemplo de lo que se puede lograr y se puede ser a partir del dominio de las redes sociales.
En una conferencia del catedrático español Francisco Sierra, efectuada en La Habana en los primeros días del mes de febrero del presente año, se plantearon un conjunto de interrogantes al respecto, que considero que todos los que nos dedicamos al periodismo y a la comunicación social, en general, deberíamos plantearnos y responder. Cito pues:
¿Qué transformaciones trae consigo el cambio tecnológico?
¿Cuál es el papel de la comunicación y de los comunicadores en este escenario?
¿Qué se entiende por cultura y ciudadanía digitales?
¿Es el ciberactivismo una nueva realidad?1
Las respuestas a estas preguntas las podremos encontrar en el análisis de las realidades que día a día que nos propongamos hacer. Estamos viviendo en el mundo y en especial en Nuestra América que bulle de norte a sur, de este a oeste, en una verdadera rebelión de los pueblos que plantean basta a la explotación, las injusticias y las mentiras de los poderosos de la tierra.
Los cambios tecnológicos creados por las nuevas tecnologías de la comunicación social del siglo xxi han convertido al mundo en una verdadera aldea global acortando distancias y tiempos necesarios. Una aldea en la que los poderosos de la tierra tratan de inocularnos en nuestras mentes sus venenos para adocenarnos, pero que también nosotros estamos en posibilidades de responderles y de enfrentarlos a la ofensiva. Eso es en mi criterio la principal consideración que podemos sacar en las respuestas a estas interrogantes planteadas. Las nuevas generaciones que nacen en esta época tecnológica por excelencia, podemos decir que son alfabetizadas desde muy niños en el uso de estas nuevas tecnologías que para ellas constituyen lo cotidiano y lo normal con que crecen y se desarrollan. Mientras que en realidad, los de las generaciones de aquellas épocas pasadas somos unos verdaderos analfabetos digitales; y tenemos que hacer esfuerzos por ponernos tecnológicamente al día.
Hace ya algunos años, cuando mi hija Elenita me regaló un iPad, algo que para mí era inusitado, recuerdo que me puse a tratar de ponerlo a funcionar, mientras que mi nieta Julietica que apenas levantaba entonces dos cuartas del suelo, como decimos en Cuba, con sus 7 años cumplidos, me miraba atentamente parada en una pose magisterial. Cuando ya yo me daba por vencido, porque realmente no entendía nada, Julietica me dijo: “Dame acá abuelo, que tú no sabes”, y me enseñó a abrirlo y a dar los primeros pasos. Eso nunca lo podré olvidar, fue una verdadera lección práctica al respecto de la época en que estamos viviendo.
Considero que en esta situación, nuestro papel es rechazar los dogmatismos y los prejuicios que algunos le han planteado a internet y a sus redes sociales, metiendo la cabeza en la tierra como los avestruces. Pienso que nunca estaremos a la par en esta lucha que cada día se agudiza más y cuenta con mayores recursos tecnológicos que se van inventando y poniendo en uso efectivo, pero eso nunca debería desanimarnos para la lucha, porque la vida, en definitiva, es eso: lucha.
La otra pregunta planteada en el sentido de cuestionarse ¿Cuál es el papel de la comunicación y de los comunicadores en este escenario?, nos abre un importante campo de acción que nunca deberíamos rechazar, porque, en definitiva, nos están atacando las 24 horas de todos los días del año con sofisticados mensajes, elaborados meticulosamente por los tanques de pensamiento del imperialismo y sus lacayos. Considero que en estas circunstancias y ante esos ataques sistemáticos y sostenidos, debemos aceptar el reto y enfrentarnos abiertamente a estos desafíos. Lo que considero es una decisión ineludible de vida o muerte. Para ello opino que hay varios frentes en los que tenemos que actuar:
- Ante todo, debemos hacerles frente a los dogmatismos detenidos en el tiempo de quienes se oponen a participar en internet y les es totalmente vedada.
- Nos plantea unas posibilidades muy importantes para revolucionar al trabajo político e ideológico que, en mi opinión muy personal, presenta algunos signos rutinarios y dogmáticos incompatibles con los nuevos tiempos.
- Considero que debemos montarnos en las nuevas tecnologías de la información y alfabetizarnos, para enfrentar efectivamente a estos embates del imperialismo y sus aliados que tratan de hacerse dueños de vías de comunicación que siempre son de doble sentido y ellos procuran que solo se muevan en una única dirección.
- La prensa plana tradicional y el periodismo no desaparecen ante estos nuevos portadores y estos nuevos tiempos, lo que requieren son de un perfeccionamiento tecnológico que nos haga capaces de usar estas nuevas vías y estos nuevos mecanismos.
- Yo soy un periodista de muchos años en una máquina de escribir, pero me alfabeticé en las nuevas tecnologías de la comunicación social porque comprendí que no tenía alternativas al respecto.
- Desde el año 2008 colaboro con POR ESTO!, que dirige el genial maestros de periodistas don Mario Menéndez activo e inquieto revolucionario mexicano-cubano, quien me acogió generosamente en su staff de colaboradores cubanos y de otros países. En consecuencia, he vivido desde adentro la transformación digital del diario, que cada día se ha hecho más efectiva, y tanto la prensa plana como la digital sobreviven y actúan a una en la promoción más efectiva de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía.
En cuanto al pregunta que plantea ¿Qué se entiende por cultura y ciudadanía digitales?, también la podemos responder positivamente por cuanto para enfrentarse a estas nuevas situaciones que estoy describiendo, es necesario, en mi opinión, hacerlo a partir de la más profunda concepción filosófica del problema ante el cual estamos y de las circunstancias y características del momento que estamos viviendo. La cultura se desarrolla fundamentalmente por la acción humana ante el medio que nos rodea. Surge como reflejo de las condiciones materiales de vida sobre las cuales se erige la superestructura de la sociedad dentro de la cual la cultura es el componente más importante y decisivo.
En este sentido hay un análisis al respecto que he planteado en otros artículos míos referidos a este tema y que creo importante citar textualmente: Carlos Marx ha definido que:
[…] la sociedad en su conjunto, se puede visualizar científicamente como una estructura, una totalidad orgánica. Se pueden distinguir analíticamente, dos niveles: el de la estructura material propiamente dicha y el de la superestructura. La estructura, está compuesta por el aparato material productivo, la infraestructura tecnológica, las relaciones de trabajo, la maquinaria, etc., y la superestructura […], es algo que está ‘montado’ por ‘encima’ de la estructura; es otro nivel o estrato. Su composición sería la de toda la espiritualidad de la sociedad, y en ella estarían incluidos por igual la ciencia y la religión, la moral y el arte, la filosofía y la política, etc.2
Por tanto, parto, de que internet y las redes sociales son, en mi criterio, los más significativos soportes tecnológicos y vías de comunicación para hacer cultura en la actualidad y que como cultura que son, en definitiva, todos estamos en posibilidad de asimilarla conforme a nuestros criterios creativos e intereses básicos.
Cultura y ciudadanía digital, en mi criterio, son la impronta contemporánea que marca decisivamente a la sociedad de nuestro tiempo y considero que los comunicadores sociales y los periodistas hoy tenemos que alfabetizarnos digitalmente y hacernos ciudadanos efectivos de la época digital que llegó al mundo para quedarse definitivamente y alcanzar nuevos desarrollos en los que siempre deberíamos implicarnos, porque de no hacerlo, corremos el riesgo de quedarnos obsoletos para el combate político e ideológico, así como para la defensa integral de nuestro país. Tan obsoletos como obsoletos son los burócratas, los conservadores y los detenidos en el tiempo que no entienden, subestiman y tratan de anular a las nuevas tecnologías del siglo xxi, cuando no pueden dominarlas en su beneficio personal conforme a sus intereses de clase.
La pregunta cuya respuesta considero conclusiva y final para mi es la que plantea: ¿Es el ciberactivismo una nueva realidad? En este sentido, quiero expresar mi criterio de que sí lo es, y que el ciberactivismo especialmente en las redes sociales es una actividad esencial de la comunicación social hoy, en la que se nos plantea una obligación moral y ética de participar activamente con el fin de defender y difundir nuestras ideas y defender el socialismo a la cubana que estamos construyendo y que es atacado pérfidamente desde el “norte revuelto y brutal” que nos desprecia.
Para eso hay algunas condiciones básicas imprescindibles de acuerdo con nuestras características y circunstancias muy específicas:
- Debemos comenzar reconociendo la existencia del ciberespacio y de todas las posibilidades que nos plantea en el mundo de hoy. El ciberespacio es una realidad histórica que existe verdaderamente como resultado y consecuencia del uso de las nuevas tecnologías de la información del siglo xxi. Por tanto, el ciberespacio constituye un ámbito novedoso dentro del cual podremos movernos y actuar en específico. Pero que para hacerlo, además del reconocimiento básico de su existencia, es necesario capacitarnos científica y tecnológicamente para su uso.
- Movernos en el ciberespacio deviene una acción que nunca debíamos realizar con ingenuidad ni tampoco desconociendo sus esencias ni las posibilidades que plantea, porque está abierto a diversas vías, tantas como se puedan crear. El ciberespacio viene a ser el ámbito en que se asienta una gran autopista por la que todos tenemos derecho a transitar. Es necesario, como ya expresado más arriba que nos “alfabeticemos” en su uso, su funcionamiento y especialmente en la utilización de las nuevas tecnologías de la información del siglo xxi, especialmente de internet que nos brinda posibilidades y recursos básicos que transforman por completo nuestro actuar ante los nuevos retos que se nos presentan en la actualidad.
- Es un ámbito para todas las personas, todos los criterios y en el que se pueden crear y/o manifestar las más diversas posibilidades de pensamiento y de acción. Por tanto, no es privativo de ninguna idea filosófica de pensamiento ni de ninguna acción concebida y/o dirigida en una u otra dirección.
- Como todo en la vida, es un ámbito de desarrollo humano que puede ser utilizado dentro del gran contrapunteo que siempre ha existido entre el bien y su antítesis que es el mal. En esto, en última instancia, está determinado por el libre albedrío inherente a la condición humana; y su uso y participación depende del ejercicio de la voluntad humana que sea capaz de concentrar los recursos intelectuales y materiales que le son necesarios.
- En consecuencia, el ciberespacio no es propiedad de nadie en particular ya sea individual y/o colectivamente. Aunque como siempre sucede, el gran capital con su poderío económico se manifiesta con especial fuerza en lo político y en lo social, incluyendo decisivamente lo militar y compra amplios espacios en los que difunde sus venenos informativos.
- En la medida que avanza el desarrollo de la ciencia y de la técnica, cada vez se hará más necesaria la participación activa en el ciberespacio dentro del cual como ya he expresado se manifiestan los avances de la ciencia y la técnica del siglo xxi que día a día van sumando nuevos descubrimientos y nuevas posibilidades para un desarrollo imparable de la humanidad.
- Es muy importante informarnos al respecto de las pujas que en la actualidad plantea el Gobierno de los Estados Unidos contra China, sus avances científicos en los procesos comunicaciones y de digitalización que se conocen como los de 5G. Quien primero alcance y domine el desarrollo de los dispositivos 5G será decisivo en el mundo del futuro.
En un excelente artículo al respecto de lo que es la 5G, publicado por David Goldman, he encontrado una síntesis comprensible en poco espacio:
La tecnología 5G será el alma de la nueva economía. Los autos que se conducen solos, la realidad virtual, las ciudades inteligentes y los robots que trabajen en red: todos funcionarán con tecnología 5G muy pronto. El 5G promete abrir la puerta a nuevos procedimientos quirúrgicos, medios de transporte más seguros y comunicación instantánea para los servicios de emergencia y socorro […] 5G va mucho más allá de los teléfonos inteligentes. Sensores, termostatos, coches, robots y otras nuevas tecnologías se conectarán a 5G algún día. Y las redes actuales de 4G no cuentan con el ancho de banda suficiente para la gran cantidad de datos que todos esos dispositivos transmitirán. Las redes 5G también reducirán prácticamente a cero el tiempo de retraso entre los dispositivos y los servidores con los que se comunican. En el caso de los automóviles que se conducen solos, eso significa una comunicación sin interrupciones entre el coche, otros vehículos, centros de datos y sensores externos.3
Como se podrá comprender, estamos en los umbrales de un futuro determinado por la actual Revolución científico-técnica, en el que estamos obligados a no inhibirnos, a prepararnos en lo científico, lo técnico e incluso lo filosófico para impedir que los poderosos de la tierra se hagan los dueños absolutos y usen la ciencia y la técnica para dominar el mundo y esclavizarnos a todos.
Para Cuba es un problema de seguridad nacional que nos preparemos y participemos activamente en el uso de estas tecnologías, sin las cuales se nos hará muy difícil la defensa de nuestro país y de la Revolución en un futuro que ya está presente; pero esto que expreso, en mi opinión muy personal, es válido también para todos los países del mundo. Así lo pienso y así lo expreso, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Continuará.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com
Notas
1 Granma, miércoles 5 de febrero de 2020, pp. 5.
2 En su libro Humanismo clásico y humanismo marxista, el escritor y filósofo venezolano Ludovico Silva lo escribió así. En https://jeannettekmx.blogspot.com/2009/05/estructura-y-superestructura.html
3 https://cnnespanol.cnn.com/2018/01/31/5g-que-es-como-funciona-que-cambia/