La contaminación, la explotación de recursos naturales y la constante reducción de la fauna silvestre son afectaciones generadas en el medio ambiente por los seres humanos. A la suma de estos factores, y muchos otros más, se le conoce como “deterioro ambiental”. A continuación te hablamos sobre las consecuencias de su crecimiento para los humanos y todos aquellos seres que habitamos la Tierra.
Es cierto que nuestro planeta está en constante cambio: desde que aparecieron las primeras formas de vida, ni su superficie ni sus condiciones climáticas se mantuvieron estables. Sin embargo, en los últimos dos siglos las actividades humanas han generado cambios al medio ambiente tan acelerados que nunca se habían registrado.
La explotación de recursos naturales, como el petróleo, minerales o maderas, ha afectado el balance del ecosistema, lo que ha dado pie a lo que se conoce como “Deterioro Ambiental”.
El deterioro ambiental podría definirse, a grandes rasgos, como la suma de cambios generada por múltiples factores que afectan negativamente el medio ambiente y su capacidad de recuperarse de éstos.
Las principales causas del deterioro ambiental son:
Sobrepoblación: El crecimiento desmedido de asentamientos urbanos no sólo genera deforestación y la migración de animales de la región, además aumenta la demanda de alimentos, la ampliación de infraestructura y la generación de basura.
Deforestación: La pérdida de millones de kilómetros cuadrados de bosques, pastizales y selvas es lamentable, pues se pierde el hogar de miles de especies y afecta la biodiversidad, pero también tiene un impacto directo en la recolección de agua, la erosión del suelo y el control natural de “vectores epidémicos” (virus, parásitos y demás que transmiten enfermedades antes desconocidas para los humanos).
Contaminación excesiva: Entre más población tiene que alimentarse, vestirse y consumir, se genera más presión a la industria para cumplir con estas necesidades. Esto obliga a una mayor producción, lo que tiene como subproducto la liberación a la atmósfera de miles de toneladas de gases tóxicos y de efecto invernadero, de millones de toneladas de desechos y subproductos industriales a vertederos en tierra y a ríos, mares y lagunas.
Mientras mayor sea la degradación ambiental, es menor la capacidad del ecosistema para sostener las demandas sociales y ecológicas. En otras palabras, nuestro planeta dejará de producir y sostenerse a sí mismo, lo que podría convertirse en una crisis ambiental y social.
La degradación ambiental es, oficialmente, una de las principales amenazas para el futuro de la humanidad, de acuerdo al Grupo de Alto Nivel sobre Amenazas, Desafíos y Cambios de la Organización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esto se debe a que representa un problema grave para el que todavía no se tienen soluciones efectivas.
Las consecuencias del deterioro ambiental son variadas y de alerta:
Calentamiento global: la suma de la deforestación y la contaminación han modificado la temperatura global, lo que, a su vez, acelera la desertificación (sequías) y los cambios en los patrones de lluvias.
Amenazas pandémicas y problemas de salud: está documentado el daño que genera en el ser humano la contaminación ambiental (desde la atmosférica hasta la sonora), así como la falta de acceso a agua limpia. Múltiples enfermedades pandémicas se han desencadenado porque ya no existen los controles naturales que evitaban que “saltaran” entre especies o que reducían la población de sus vectores (mosquitos, pulgas) por depredadores naturales.
Reducción de la biodiversidad: los cambios en el clima, la reducción de su hábitat y la deforestación afectan directamente la cantidad y diversidad de flora y fauna en regiones enteras, lo que se traduce, también, en cambios irreversibles en el medio ambiente.
Agotamiento y escasez de recursos naturales: los cambios en la química del suelo y los patrones de lluvia pueden hacer áridas zonas enteras que se consideraban sumamente fértiles, lo que puede afectar la producción de alimento; esto, sin mencionar los recursos naturales regionales.
Cuidar el ecosistema, clave para frenar el deterioro
El deterioro ambiental, así como el calentamiento global, es una mezcla de fenómenos estructurales que se manifiestan de múltiples formas: desde la escasez de agua en cada vez más áreas del país, hasta el incremento en el precio de productos básicos por cosechas cada vez más parcas.
Si bien es difícil pensar en soluciones individuales (como usar productos reciclados o reducir el uso del coche), estas pequeñas acciones pueden ayudar, si las realizamos todos.