Kim Kardashian sorprendió a todos al presentar este viernes la demanda de divorcio contra Kanye West. En esta primera instancia estarían poniéndose de acuerdo con la tenencia compartida de sus hijos pero una vez finalizado este tema, tendrán que decidir quién se queda con la mega mansión ubicada en Calabasas, Los Ángeles. Todo parece indicar que ambos protagonistas estarían interesados en quedarse con esta lujosa casa.
La tan codiciada propiedad fue adquirida en 2013 por la increíble suma de 20 millones de dólares. En la actualidad, según algunas revistas económicas el inmueble estaría rondando los 60 millones. Esta mansión es una de las favoritas de West ya que fue el principal encargado de realizar todas las reformas, y de que estas estuvieran acordes a todas sus necesidades.
El cantante en su momento eligió un estilo de minimalismo donde los muebles como las paredes de la casa son blancos. Para el interior, Kanye se inspiró en las ideas de Axel Vervoordt, arquitecto que diseñó el hogar de Bill Gate, entre otros. West optó por la selección de muebles de diseños que consiguen destacar en un conjunto armonioso lleno de luz directa potenciada y reflejada por la composición de sus interiores.
Literalmente que el ex esposo de Kim transformó la mansión ya que en todas las habitaciones de la casa, el rapero revistió con yeso luminoso blanquecino acentuado con otros materiales naturales pálido, acompañado de obras artísticas de la talla de Royère y Pierre Jeanneret. Según cercanos al difunto matrimonio, al inmueble los convirtieron en uno de los más extraños y fascinantes del mundo desde el punto de vista arquitectónico.
Kayne West definió a la mansión como un "monasterio belga futurista". El artista en más de una ocasión ha comentado que además de su carrera musical, es un gran aficionado a la arquitectura, algo que heredó de su padre. Al ex esposo de Kim Kardashian en reiterada ocasiones se lo ha visto en los mercados de pulgas de París y ferias internacionales de diseño.
Con información de Summum.
FDCA