En Kirguistán, un escabroso país de Asia Central, ubicado en la Ruta de la Seda, la antigua vía comercial entre China y el Mediterráneo, existe una pista gigante de hielo que es disfrutada por miles de habitantes.
Esta pista se ha formado sobre las aguas heladas del glacial en Ara Kol. Hasta 3 mil personas visitan el lago congelado a diario para disfrutar del paisaje y deslizarse tanto en patines como en trineos caseros.
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Las montañas Tian Shan, que rodean la antigua ruta de caravanas y dominan el país, son el hogar de leopardos de las nieves, linces y ovejas.
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