Vincent Willem van Gogh, más conocido como Vincent van Gogh, nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zundert de Holanda. Fue criado por su padre en un ambiente muy religioso y refinado ya que él era pastor. Para 1870 el joven era muy emocional e inseguro, ya había trabajado como vendedor de arte, sin embargo fue en esa época que decidió ser pintor.
Para principios de 1880 Vincent se asentó en Belgica para estudiar arte y era realmente muy feliz, en aquella época las obras de moda eran las más iluminadas y de tonos sombríos. Es por ello que la obra ‘Los comedores de papas’ que realizó van Gogh en 1885, es una de las más famosas de la historia del arte.
Al año siguiente de lograr el éxito, se muda a París donde se encuentra su hermano menor Theo, con el objetivo de recibir ayuda financiera y además artística, pues su familiar era director de la Galería de Goupil. Allí van Gogh cambia su estilo por uno más impresionista, donde se destacan sus paletas oscuras y brochadas cortas, su preparación artística estaba a cargo de Fernand Cormon.
Luego su vida comenzó a caer drásticamente, se mudó al sur de Arles con la iniciativa de abrir una escuela de arte con Paul Gauguin. Sin embargo las cosas no salen como las planeó, en 1888 su amigo tiene que huir del lugar y Vincent lo persigue con una cuchilla. En esa ocasión es que van Gogh se cortó una parte de su propia oreja, comienza a sufrir ataques de locura y es enviado a un manicomio en Saint-Rémy para ser tratado.
Tiempo después, en 1890, Vincent van Gogh sale y se instala en Auvers-su-Oise donde vive bajo la observación permanente del doctor Paul Gachet, a quien retrata después en una obra. Pero su locura no había mejorado y a dos meses de vivir en ese lugar, se suicidó “por el bien de todos”. Fue allí donde nace la eminencia del arte quien destaca por una técnica apasionada en la brochada, en color simbólico e intenso, en el movimiento y la vibración de forma y línea.
Con información de Cadena Nueve.
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