A pesar de los cerca de mil 200 kilómetros que separan a la esplendorosa capital del Imperio Mexica con la región que hoy conocemos como Península de Yucatán, el territorio maya fue clave para que España lograra la caída de México-Tenochtitlán, hace medio milenio.
Y es que, por azares del destino, el conquistador Hernán Cortés llegó a la isla de Cozumel en febrero de 1519, es decir año y medio antes de someter a los mexicas.
Cortés pisó estas tierras tras enterarse de que los mayas tenían a dos esclavos castellanos: Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar, quienes naufragaron años antes cuando se dirigían a Jamaica.
Aunque no se tiene el dato histórico exacto del lugar donde desembarcó Cortés, se cree que fue en la zona poniente de la ínsula, donde un año antes, el 3 de mayo de 1518, el capitán español Juan de Grijalva desembarcó, luego de descubrir el actual Cozumel, al que llamó “Santa Cruz de la Puerta Latina” y donde se ofició la primera misa cristiana en territorio mexicano.
Cortés supo de estos esclavos españoles cuando estaba en lo que hoy es Campeche y envió un primer navío para buscarlos.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
JG