El pasado domingo 6 de agosto, la Guardia Costera de Estados Unidos llevó a cabo un increíble rescate en el temido Océano Atlántico. Un joven llamado Charles Gregory, de tan solo 25 años de edad, estuvo a la deriva en una lancha durante más de 30 horas. Afortunadamente, gracias a las maniobras rescatistas de un helicóptero, fue localizado a unos 20 kilómetros de la costa y pudo ser traído de vuelta a salvo.
La Guardia Costera de Estados Unidos, también conocida como USCG, demostró una vez más su valentía y profesionalismo al rescatar a Charles Gregory. Los oficiales de esta institución fueron los responsables de que el joven pudiera regresar a su hogar sano y salvo. En un video capturado por los elementos de seguridad marina, se puede apreciar el momento exacto en el que lo auxilian y lo suben a su embarcación.
Según el reporte preliminar, Gregory fue visto por última vez la noche del jueves, cuando partió de la rampa de embarcaciones de Lighthouse Park, en la playa de San Agustín, Florida. Sin embargo, después de pasar 24 horas sin noticias suyas, la familia de Charles contactó a los guardacostas, ya que el joven nunca regresó a la estación marítima. Ante esta situación y considerando las condiciones climáticas adversas en alta mar, los elementos de seguridad no perdieron tiempo y de inmediato iniciaron la operación de búsqueda.
Tras horas de intensa búsqueda, finalmente la tripulación del avión HC-130 Hercules logró localizar a Gregory a casi 20 kilómetros de la costa. Lo encontraron sentado en su barca, la cual estaba llena de agua debido a las difíciles condiciones a las que se enfrentó durante su travesía. Los tripulantes de la patrulla Coho de la Guardia Costera recuperaron a Charles y lo transfirieron a una tripulación de la estación de Mayport, quienes lo trasladaron al Servicio Médico de Emergencia en el muelle pesquero de Vilano Beach.
Afortunadamente, el joven no presentaba heridas de gravedad ni deshidratación extrema. Según el comunicado emitido por la Guardia Costera, no se reportaron complicaciones médicas. La familia de Charles, especialmente sus padres, expresaron su profundo agradecimiento a los rescatistas por poner a salvo a su hijo. Confesaron que habían perdido toda esperanza de volver a verlo con vida y sano.
"Es un milagro. Hay un Dios ahí arriba", declaró Raymond Gregory, el padre de Charles. "Si alguna vez pensaste que no existía, deja que tu hijo desaparezca en alta mar durante 38 horas. Perdí la esperanza. Nunca debí haber perdido la esperanza".
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
LG