NUEVA YORK, EE.UU., 4 de octubre (AP).- Una división científica de las fuerzas armadas estadounidenses está explorando la posibilidad de usar insectos para hacer más resistentes a las plantas al alterar sus genes. Algunos expertos dicen que ese trabajo pudiera ser visto como un arma biológica potencial.
En un artículo de opinión publicado el jueves en la revista Science, los autores dicen que Estados Unidos tiene que proveer una mayor justificación sobre el propósito pacífico de su proyecto Insect Allies (Insectos Aliados) para evitar que sea percibido como hostil por otros países. Otros expertos expresaron preocupaciones éticas y de seguridad por el proyecto, que busca transmitir características protectoras a los cultivos que ya están en crecimiento.
Eso marcaría un cambio del procedimiento actual de modificar genéticamente las semillas para cultivos como el maíz y la soya antes de sembrarlas.
La agencia militar de estudios dice que su objetivo es proteger los suministros de alimentos del país de amenazas como sequía, enfermedades y bioterrorismo, usando insectos para infectar las plantas con virus que las protejan de esos peligros.
“La seguridad alimentaria es seguridad nacional”, dijo Blake Bextine, quien encabeza el proyecto de dos años en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), una rama del Departamento de Defensa.
El Departamento de Estado dijo que el proyecto tiene fines pacíficos y no viola la Convención de Armas Biológicas. El Departamento de Agricultura dijo que sus científicos son parte de los estudios, que son realizados en laboratorios cerrados.
La tecnología pudiera funcionar de diversas formas. En la primera fase, áfidos _ diminutos insectos que se alimentan chupando savia de las plantas _ infectaron plantas con un virus que crea temporalmente un atributo. Pero además, los científicos están tratando de ver si los virus pueden alterar los genes de las plantas para hacerlas resistentes durante todas sus vidas.
Aun así, el proyecto ha generado preocupación.
“Están hablando de un lanzamiento masivo de modificación genética por medio de insectos”, dijo Gregory Kaebnick, experto del instituto de estudios bioéticos del Centro Hastings, en Harrison, Nueva York, quien ha estudiado modificación genética. Kaebnick no fue parte del artículo en la revista Science, pero dijo que la tecnología del proyecto Insect Allies pudiera resultar destructiva.
Kaebnick cuestionó qué tanto pueden controlarse los virus e insectos que los portan. “Cuando se trata de cosas tan pequeñas _insectos y microbios_ pudiera ser imposible sacarlos” una vez sean introducidos a los campos, dijo.
El doctor David Relman, un profesor de medicina y microbiología de la Universidad de Stanford que asesoró al gobierno de Barack Obama en biodefensa, pero que no es parte de los estudios de DARPA, dijo que el proyecto pudiera avivar los viejos temores de muchos países de que sus enemigos podrían tratar de dañar sus cosechas.