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Ustedes no tienen precio, no se dejen comprar

 

En un ambiente de fiesta, entre música y testimonios, el Papa se dirigió así a los jóvenes presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, a quienes alentó a ser coherentes en la vida / El Santo Padre advirtió contra el populismo y las sociedades cerradas

CIUDAD DEL VATICANO, 6 de octubre (EFE).- El Papa Francisco advirtió hoy a los jóvenes del riesgo del populismo, de las sociedades herméticas y del uso abusivo de Internet, durante una audiencia celebrada con motivo del Sínodo de Obispos y en la que escuchó sus testimonios.

Al acto en el Aula Pablo VI, en el que no faltó la música y los bailes, asistieron unos 7.000 jóvenes y algunos de ellos narraron sus experiencias de vida ante el Papa y los miembros del Sínodo, que versa sobre la juventud y concluirá el próximo 28 de octubre.

Entre los testimonios que pudieron escucharse estuvo el de un chico milanés que estuvo en la cárcel, otra que tuvo problemas con las páginas de contactos, otro que sufrió el acoso escolar y el de un muchacho que reconoció haber sido adicto a la pornografía.

Por último dirigieron desde el escenario una serie de preguntas al Pontífice, que les escuchaba en la platea del aula, y este se limitó a darles un consejo: “Hagan ustedes su camino, sean jóvenes en marcha, que miran al horizonte y no al espejo”.

El Pontífice argentino, improvisando su mensaje, advirtió de que “los chicos y chicas que se quedan en el sofá acaban jubilándose a los veinticuatro años”, algo que, en su opinión, “es feo”.

Francisco meditó sobre la importancia de vivir con coherencia y reconoció que comprende el sentimiento de los jóvenes cuando la Iglesia se muestra incoherente, cuando “lee las Bienaventuranzas y luego cae en un clericalismo más principesco y escandaloso”.

Así, consciente de los hábitos derivados del avance de las nuevas tecnologías, el Papa consideró que “la interconexión digital por el momento es segura y rápida” pero recomendó no acostumbrarse a ella.

“Si la vida es eso, terminarás con una familia en la mesa, en el almuerzo o la cena, cada uno con su teléfono hablando con otras personas o entre ellos y sin una relación concreta o real”, lamentó.

Francisco también opinó que “el populismo no tiene nada que ver con lo popular”, suscitando el aplauso de los congregados, sino que significa más bien lo contrario, “la cerrazón sobre un modelo”.

“Lo popular es la cultura del pueblo expresada en el arte, en la cultura, la ciencia o las fiestas. El populismo es lo contrario (...) ‘Estamos cerrados, somos nosotros solos’. Cuando permaneces cerrado no se puede seguir adelante. Estén atentos”, instó.

Preguntado por una muchacha sobre cómo sería posible vencer esa mentalidad que apunta al extranjero y al inmigrante como el enemigo, el Papa apostó por “el abrazo, la acogida, el diálogo y el amor, una palabra que -dijo- abre todas las puertas”.

El Pontífice se despidió con un consejo ya frecuente en sus discursos, “hablen con los ancianos”, acogido por los jóvenes con un sonoro aplauso.

Mientras, el trabajo del Sínodo sigue con el objetivo de ahondar en las vivencias y las problemáticas que afectan a las nuevas generaciones para orientar así a la Iglesia.

Las sesiones, que cuentan con un grupo de jóvenes, se sucederán día a día hasta el próximo 28 de octubre y en los últimos debates ha salido a relucir el tema de los jóvenes inmigrantes africanos, tal y como explicó hoy el arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga.

El cardenal de República Centroafricana denunció en una rueda de prensa que, a menudo, estas personas “son rechazadas como bestias” a su llegada a Europa o aceptados “solo si sirven para algo”.

Sobre el caso McCarrick

Francisco ordenó investigar los archivos de la Santa Sede en relación con el que fuera cardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, acusado de abusos sexuales, informó hoy el Vaticano en un comunicado.

La decisión llega después de que el exnuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò pidiera la renuncia del Papa al acusarle en una carta de conocer las denuncias que pesaban sobre el purpurado, de 88 años y al que ha expulsado del Colegio Cardenalicio.

La Santa Sede afirma que en septiembre de 2017 la archidiócesis de Nueva York informó a la Santa Sede de que un hombre acusaba a McCarrick de haber abusado de él en la década de 1970 y Francisco ordenó una investigación previa en profundidad sobre el caso.

Una vez concluida, la documentación fue enviada a la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la misma transcendían “graves indicios”, por lo que el papa le expulsó del Colegio Cardenalicio.