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Menores de edad: atrapados en la pobreza

NACIONES UNIDAS, 20 de septiembre (EFE).- La mitad de las personas que viven en la pobreza en todo el mundo son menores de 18 años, según estimaciones presentadas hoy por Naciones Unidas.

La organización difundió hoy su Índice de Pobreza Multidimensional 2018, un análisis que además de los ingresos tiene en cuenta factores como la salud, la educación y el nivel de vida.

El estudio abarca 104 países, predominantemente de ingresos medios y bajos, donde la ONU calcula que hay unos 1.300 millones de ciudadanos que viven en la pobreza, aproximadamente una cuarta parte del total de la población de esos Estados, que a su vez representan casi tres cuartas partes de la población mundial.

De esos 1.300 millones de pobres, un 46 por ciento sufre “pobreza severa”, según los estándares de Naciones Unidas.

Además, del total, 662 millones son niños y niñas, “toda una nueva generación” que vive “atrapada en la pobreza”, según destacó en una conferencia de prensa Achim Steiner, el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En 35 de los países analizados, la mitad de todos los menores están en situación de pobreza, según el estudio.

En su presentación, los responsables del informe destacaron que pese al alto número de personas que siguen en la pobreza, el mundo está logrando progresos muy importantes.

Como ejemplo, destacaron que solo en la India 271 millones de personas han conseguido escapar de la pobreza multidimensional en los últimos 10 años.

Ahora mismo, los ciudadanos en esa situación se concentran principalmente en dos regiones: África Subsahariana, donde el 58 por ciento de la población es pobre, y Asia Meridional, donde ese porcentaje supone el 31 por ciento.

Como comparación, en Europa y Asia Central la pobreza multidimensional afecta únicamente a un 2 por ciento de los habitantes.

Los bebés sin techo, una dura realidad

París, capital que se enorgullece de ser la ciudad de la luz, la hospitalidad y el amor, esconde una dura realidad: las embarazadas sin techo que, nada más dar a luz, vuelven a encontrarse en la calle junto con sus recién nacidos.

El problema, concentrado particularmente en el suburbio parisino de Saint Denis, ha sido denunciado por el servicio de urgencias para el alojamiento de personas vulnerables -conocido como el 115-, que alertó de la creciente falta de viviendas para estas mujeres y el desamparo en el que se encuentran.

Una de ellas es Aisha, marfileña que cruzó el Mediterráneo y España para que su hijo pudiera nacer en Francia. Dio a luz hace 40 días y continúa en el hospital Delafontaine de Saint Denis porque no tiene un sitio donde ir.

“Tardé mucho tiempo en llegar. Mi padre, mi madre y mis otros hijos están en Costa de Marfil, yo no tengo a nadie aquí”, dijo a Efe visiblemente emocionada pero convencida de que volvería a emprender la misma odisea.

Aisha, que asegura que Europa es tal como se imaginaba, agradeció tanto a España como a Francia el trato que le han dispensado.

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